Según denunció la organización del albergue franciscano La 72 Hogar-Refugio para Personas Migrantes, ubicado en la ciudad de Tenosique —a 64 kilómetros del paso fronterizo con el Departamento guatemalteco de Petén— alrededor de las ocho de la noche del 31 de marzo de 2020 "un grupo muy reducido de migrantes inició una protesta en el área de varones para denunciar la falta de respuestas ante la imposibilidad de regresar a sus países, el prolongado encierro y las condiciones de extremo hacinamiento que ponen seriamente en riesgo la vida de las personas detenidas frente a la contingencia por coronavirus".
A pesar de la gravedad de los hechos, el Instituto Nacional de Migración mexicano todavía no ha emitido ningún comunicado o información oficial acerca de los hechos que se relatan en este artículo, que fueron recabados y denunciados por La 72.
Este episodio, que según señalan los testimonios que recogió La 72 y que reproduciremos a continuación, ocurrió al mismo tiempo que el Comité internacional de la Cruz Roja alertó en voz de su delegado regional, Jordi Raich, acerca de la preocupación de la institución por toda la gente que está recluida sin haber cometido ningún delito.
Negligencia ante el fuego
Los relatos de testigos directos de lo ocurrido en la Estación migratoria de Tenosique en la noche del 31 de marzo "coinciden en la inacción e incapacidad de agentes de migración, Guardia Nacional y Policía Estatal para manejar la situación", expresaron los respresentantes de La 72 a este medio.
"Se negaron a abrir las celdas para facilitar la evacuación de hombres, mujeres y niños; los detuvieron en la entrada principal, cerrando y poniendo candados para evitar su huida. Incluso alguna familia con niños reportó como un guardia nacional amenazó con golpearles si intentaban salir", relataron.
Desde La 72 señalaron que lo que impidió una tragedia mayor fue que algunos migrantes allí recluidos lograron forzar las puertas del área y se arriesgaron a entrar a auxiliar a los heridos de la zona en llamas.
Aunque la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió el 17 de marzo de 2020 un pedido de medidas cautelares a la autoridad migratoria (el INAMI) para salvaguardar la integridad física, el estado de salud y la vida de las personas que mantiene retenidas, esperando sus procesos de deportación o asilo en el país.
Señalaron que México ha estado recibiendo a migrantes y refugiados devueltos por Estados Unidos, que han sido enviados a las estaciones migratorias sin habérselas practicado estudios epidemiológicos de rigor antes de entrar a un centro de reclusión dónde la privacidad es un mito.
El sistema asilar mexicano ya sufrió una crisis reciente como consecuencia de la suspensión de los trámites durante más de un año de la Comisión Mexicana de Atención al Refugiado (Comar) que se dio tras los sismos de septiembre de 2019, que dañó sus oficinas. El 24 de marzo de 2020, la Comar anunció una nueva suspensión de la resolución de todos sus trámites y solicitudes de asilo y protección internacional.
La 72 también reclamó por la omisión del ombudsman nacional que no envió a ninguno de sus visitadores a documentar lo sucedido en Tenosique y narrado más arriba. "A pesar de los numerosos llamados a su quinta visitadora como al coordinador de la oficina foránea de la CNDH de Tabasco, ninguno se presentó; tampoco la Comisión Estatal de DDHH ni la Comar, a pesar de que había 40 solicitantes de asilo detenidos en el lugar del fuego", denunciaron.
Explicaron que la negligencia para atender la crítica situación de la gente presa en las estaciones migratorias debe ser atribuida al Instituto Nacional de migración mexicana, en particular de su actual director, Francisco Garduño Yañez, "responsables de la muerte ocurrida anoche. No quisieron atender la raíz de las protestas en las estaciones migratorias de Tapachula y Villahermosa ocurrida durante la última semana que hacían presagiar esta tragedia", concluyeron.