Recientemente el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un paquete de rescate financiero de 2,2 billones de dólares. Tanto el propio mandatario como el Congreso no dejan de repetir que será necesario aprobar otra enorme ley de gastos para mantener la economía.
Antes de la crisis sanitaria provocada por la expansión del coronavirus EEUU planeaba registrar a finales de este año fiscal un déficit presupuestario que superase por poco el billón de dólares por primera vez desde el 2012.
En relación al PIB, el déficit presupuestario de este año fiscal excederá por poco el récord del 9,8% registrado hace 11 años. Teniendo en cuenta que la economía de EEUU continuará contrayéndose hasta al menos el 30 de septiembre, este porcentaje puede situarse entre el 15% y el 20% del PIB. El país estadounidense registró porcentajes parecidos durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 1943 y 1945 déficit presupuestario respecto al PIB superó el 20%, alcanzando el 27% —el máximo— en 1943.
La necesidad de asignar los mayores recursos financieros a la lucha contra el COVID-2019 amenaza con hacer que la deuda pública de EEUU se dispare, pasando de los 23,6 a los 29 billones de dólares. Washington estimaba que este máximo no sería alcanzado hasta al menos 2025.
Hasta la fecha, EEUU ha registrado el mayor número de casos de infección con SARS-CoV-2: más de 189.700 pacientes. Más de 4.090 personas han muerto tras el inicio del brote.