El secreto del éxito de Corea del Sur para lograr contener al COVID-19 se debe a dos factores importantes, el primero fue la reacción rápida del Gobierno al implementar la realización de pruebas masivas a la población y la máxima apertura de información sobre el coronavirus acompañada de medidas estrictas para su prevención. El segundo factor se debió a la responsabilidad de la población a la hora de acatar las medidas y restricciones estrictas dictadas por el Gobierno para contener la proliferación masiva del virus.
La tecnología inteligente también ha desempeñado un papel importante para que Corea del Sur evite el peor de los escenarios por coronavirus, pues sin ella no podrían haber llegado a toda la población.
Trabajar contra reloj para tener éxito
Desde que China dio a conocer el brote de COVID-19 Corea del Sur intensificó sus controles fronterizos y lo primero que ha hecho es proporcionar los datos de los viajeros que ingresaban de las regiones con foco de infección a los hospitales y farmacias para verificar con facilidad la identidad de las personas.
Después de que China revelara la secuencia de los nucleótidos del coronavirus, Corea del Sur trabajó en la creación de un nuevo método de diagnóstico del COVID-19 y consiguió obtener un test de diagnóstico que mostraba los resultados en tan solo seis horas, aunque inicialmente no estaba disponible en muchos lugares de manera paulatina fue distribuida a los laboratorios y hospitales.
Varias compañías extranjeras solicitaron a Seúl utilizar sus reactivos para diagnóstico del COVID-19 mientras que Corea del Sur ya contaba con la capacidad de realizar pruebas a más de 10.000 personas por día.
Tecnología al rescate
Tan solo días después del primer caso de contagio de coronavirus proveniente de Wuhan, en Corea del Sur apareció el sitio http://coronamap.site/, un mapa creado por un estudiante basado en los datos oficiales proporcionados por las autoridades de salud que ha sido visitado por más de dos millones de usuarios.
Esta iniciativa fue reconocida por las autoridades locales que usaron la idea e incluso crearon aplicaciones parecidas donde se puede ver la ruta de movimientos del propietario del teléfono con las rutas de los contagiados lo que facilita un rastreo de contacto y evita las infecciones masivas.
Unión e inversión en salud contra el COVID-19
Corea del Sur cuenta con un despliegue masivo de puntos sanitarios donde trabajan incluso centenares de jóvenes que realizaban su servicio militar pero se unieron al personal médico para luchar contra el coronavirus y poder detectar a potenciales pacientes con síntomas de enfermedades respiratorias en todo el país.
Para no sobrepoblar los hospitales, los pacientes contagiados con síntomas leves han sido aislados en centros de tratamiento especial donde tienen acceso a medicamentos básicos, artículos de aseo personal, mascarillas y alimentación gratuita donde trabaja un pequeño número de personal médico para vigilar la salud de los pacientes y en caso de deterioro hagan las gestiones de traslado a un hospital o los den de alta si el paciente supera la prueba de COVID-19.
Además, desde el 22 de marzo hasta el 5 de abril, el Gobierno de Corea del Sur ha decidido entrar en una cuarentena de dos semanas con la recomendación de que se cierren instituciones religiosas, educativas, privadas, deportivas, entretenimiento y todo trabajo se realice desde casa.
Rumores disipados
El caso de una mujer contagiada que había asistido a una iglesia local en Shincheonji y propagó el virus a al menos un centenar de personas fue desmentido luego de que una investigación epidemiológica determinara que esta mujer se contagió durante una reunión habitual que realizaba la iglesia a la que pertenecía.
La experiencia hace al sabio
Para lograr contener un virus altamente contagioso Corea del Sur tuvo que pasar por años de experiencia que inicia desde el 2003 cuando se detectó por primera vez al SARS-CoV, una de las primeras cepas del actual coronavirus y que se estaba propagando desde China.
El Gobierno de Corea del Sur decidió poner controles de medición de temperatura, cámaras térmicas y ordenó el aislamiento obligatorio a todas las personas con síntomas de esta enfermedad.
Desde ese entonces, este país decidió crear una Oficina de Control de Enfermedades en el Instituto de Salud Pública para realizar el seguimiento de nuevas enfermedades virales y llevó a cabo una misión importante durante la pandemia de la gripe porcina el año 2009 logrando que este virus no se expandiera por el país, no obstante, en 2015 este sistema falló.
Las autoridades admitieron su error y tras varias medidas sanitarias y de control lograron contener la situación. Estas experiencias llevaron al Gobierno surcoreano a repensar sus enfoques en el área de salud, por eso se ha convertido en un requisito indispensable para sus hospitales multidisciplinarios de contar con al menos una habitación individual totalmente aislada destinada a atender casos virales contagiosos.