"Era algo que no teníamos pensado, pero al principio las ventas flojas, la gente no está saliendo y por eso decidimos colocar en la entrada los datos de mi celular para entrega de pedidos, ya tenemos una red amplia de contactos con la que creamos un grupo de whatsapp, donde todos los días publicamos ofertas de combos en charcutería, carnicería, frutas y víveres", dijo a Sputnik Richard Campos, gerente desde hace 12 años del abasto San Fernando en San Bernardino, en el oeste de Caracas.
"Súper fino, porque les escribes, le transfieres o pagas en efectivo en dólares y te traen las cosas de forma gratuita a la puerta de tu casa, yo honestamente nunca había comprado así, y ante la escasez de gasolina vienen incluso caminando, porque atienden solo a la gente que está cerca del negocio", apuntó.
Campos señaló que estas medidas le permiten pagar el salario a todos sus trabajadores, e incluso darle empleo a otras personas que son las que se encargan de entregar los pedidos.
"Los vecinos han sido muy receptivos con esto y a diario nos hacen sus pedidos, nos ha funcionado muy bien, hemos levantado las ventas y así los trabajadores pueden seguir percibiendo su salario y lo otro es que después de esto vamos a seguir manteniendo el servicio", apuntó.
El trabajador indicó que también buscan la forma de evitar contagios, empleando medidas de alejamiento entre los trabajadores y los clientes.
La entrega del mercado en la puerta de la casa también es una opción para Anuar Noble, quien tiene un abasto de víveres en el Antímano (oeste).
"Los primeros días esto estaba a reventar de colas con gente comprando, pero la situación me estaba preocupando por mi salud, la de mi esposa y mis empleados, entonces empecé a decirle a la gente que vive cerca y no tiene un teléfono con whatsapp que me llame al negocio y me haga a primera hora su encargo del día y en la tarde, después de cerrar se los llevo", explicó.
Además, indicó que esto ha permitido que haya menos personas en su local y así evitar que las autoridades le cierren el comercio por incumplir normas.
"Claro, para mí es agotador porque todo lo estoy haciendo yo solo, porque tengo poco de haber iniciado mi negocio, pero es una forma de mantenerlo en pie mientras esto pasa", apuntó.
En este momento, lo que más le preocupa son las largas filas para abastecer su auto con gasolina.
"Está funcionando, pero si falta la gasolina no sé cómo haré, tendré que suspender las entregas, el domingo [29 de marzo] que era mi único día de descanso tuve que hacer desde la madrugada una cola para llenar mi tanque", señaló.
Para los emprendedores también ha significado un reto, percibir ingresos en medio de la cuarentena por la pandemia causada por el nuevo coronavirus.
"Esto ha sido un golpe para nosotros porque ya estábamos evaluando cuál local alquilar para mudarnos. Decidimos contratar a un motorizado para ofrecer nuestros productos directo a la casa, porque nuestros clientes grandes están cerrados", expuso Yosselys Pinto de 47 años de edad, directora del emprendimiento DeleitArte7, que distribuye tortas, panes, entre otros a restaurantes y cafetines.
Explicó que sus vecinos se han convertido en sus nuevos clientes.
Pinto asegura que para producir sus alimentos usa tapabocas, guantes y limpia constantemente todos los utensilios.
"Tomamos todas las medidas en medio de la producción, usamos tapa boca, guantes y limpiamos constantemente, antes de ser empaquetados nos aseguramos de lavarnos bien las manos y nuestro motorizado, también tiene su kit de guantes y tapa boca para su resguardo, cuando hace la entrega y recibe el dinero le echa alcohol con un spray que le dimos acá", mantuvo.
La mayoría de los comerciantes explicaron a Sputnik que si algo han aprendido con la situación económica, que afronta su país desde 2015, es a reinventarse.

Desde finales de 2014, Venezuela afronta una crisis económica, a raíz de la caída de los precios del crudo, que estuvo precedida de escándalos por corrupción, inestabilidad política, y sanciones, lo que ha traído como consecuencia una hiperinflación sin precedentes, con efectos en todos los sectores del país.
En Venezuela hay 119 casos confirmados de COVID-19 y tres muertes.