Durante estos ejercicios, los militares rusos aniquilaron grupos de blancos como blancos individuales, además de realizar otras misiones, en las que también tuvieron que utilizar sus armas de fuego.
Los artilleros rusos no fueron los únicos en participar en estos ejercicios. Las maniobras se llevaron a cabo en cooperación con los operadores de los vehículos aéreos no tripulados. Con la ayuda de los drones, los soldados rusos lograron mejorar su puntería, evaluar el ambiente y enviar coordenadas a los puestos de mando.