Los financiamientos "responden a la emergencia sanitaria derivada del coronavirus" y su propósito "es evitar el luto de la familia boliviana, sin importar el costo que el Estado deba asumir", justificó el BCB en un comunicado.
Estas operaciones ampliaban las funciones del BCB como financiador interno, luego de haber otorgado el equivalente de casi 10.000 millones de dólares al pasado gobierno de Evo Morales en créditos para proyectos de desarrollo.
Préstamo y liquidez
Las operaciones extraordinarias del BCB fueron reveladas al día siguiente de que se elevara a 61 el total de casos de enfermos de COVID-19, en una situación que apuntaba a una explosión de contagios sin precedentes, según autoridades sanitarias.
Este crédito se sumaba a una "operación no convencional" ejecutada el pasado miércoles 25, por la cual el BCB inyectó al sistema bancario, con fines de aumento de liquidez, 3.497 millones de bolivianos (499,4 millones de dólares).
El BCB aseguró que los financiamientos con recursos propios "se encuentran respaldados" y destacó que "con la decisión asumida se logra inyectar recursos tanto al sector público como el privado, para que sigan trabajando por Bolivia".
El Banco no reveló las condiciones en que otorgó el crédito al Gobierno y la inyección de liquidez al sistema bancario.
Bolivia está en cuarentena total, con suspensión de actividades públicas y privadas, paralización de todo transporte de pasajeros, cierre de fronteras y prohibición de circulación de personas, con vigencia hasta el 15 de abril.
Además de esas restricciones, el gobierno transitorio de Jeanine Áñez decidió otorgar un bono equivalente a 72 dólares a las familias más pobres y una canasta de alimentos valorada en unos 50 dólares a más de un millón de familias afectadas por la caída de sus ingresos a causa de la emergencia sanitaria.