Entre el 16 y el 20 de marzo el precio del trigo en el mercado ruso ha crecido 1.000 rublos —alrededor de 13 dólares— y ha alcanzado los 13.300 rublos por tonelada —unos 172 dólares—, precio más elevado que el de una tonelada de crudo ruso de la marca Urals para el mercado mediterráneo —CIF Augusta—, que para el 19 de marzo costó 12.850 rublos —166 dólares—.
El trigo ruso evidentemente es el ganador en este caso, con un precio de 207 dólares por tonelada en el mercado internacional, lo que constituye una seria recuperación después de la caída que tuvo lugar hace semanas. Pero por ahora es pronto para augurar que este precio se vaya a mantener a ese nivel. Los compradores actualmente ofrecen hasta 200 dólares por tonelada.
Simultáneamente los elaboradores y los exportadores tratan de subir los precios de compra, mientras que los productores de grano están decididos a vender su cosecha por un precio asequible, ya que necesitan liberar los almacenes. Necesitan dinero para pagar por la siembra y temen que pronto haya restricciones en las exportaciones.
Recuperación casi instantánea
La verdad es que el precio del trigo no ha subido, sino que ha vuelto a los niveles anteriores al inicio del desplome de finales de enero. La caída en el precio estuvo vinculada a la reducción en la demanda de trigo, explicó en una entrevista con Sputnik Vladímir Petrichenko, director general de Prozerno, una agencia analítica especializada en cereales.
"La causa fue el brote de coronavirus y la consecuencia fue la caída de los mercados de productos básicos, incluido el trigo. El precio de este cereal ha aumentado recientemente y seguirá creciendo en el futuro próximo", declaró.
La razón de su crecimiento radica en el hecho de que los mercados de alimentos están empezando a experimentar otros escenarios en comparación con los que viven otros mercados de productos básicos.
Para ser más preciso, a causa de la crisis puede haber ciertos problemas con la logística de las mercancías. Muchos presienten dificultades, por lo cual el precio del trigo casi ha alcanzado sus niveles anteriores.
Teniendo en cuenta que el aumento en el precio del trigo ruso también está relacionado con la caída del rublo, la moneda nacional rusa, es importante aclarar que este cereal no es el único cuyo precio ha aumentado. En realidad, muchas otras mercancías de origen ruso han crecido exponencialmente, si bien cada una de manera diferente, aclaró.
El futuro de las exportaciones
La economía de Rusia está profundamente integrada en el mercado global y por eso los precios de diferentes productos evidentemente suben. Los productos finales, por su parte, no han crecido mucho aún. Por otra parte, hay cereales que todavía no han subido en su precio tanto como con el trigo: son el maíz y la cebada. Pero al mismo tiempo los precios de la harina solo empiezan a estabilizarse, puso de relieve Petrichenko.
Si no se introducen ciertas medidas restrictivas, las exportaciones, igual que los precios, se restaurarían al nivel previo a la crisis. Las exportaciones cayeron en febrero y ahora es momento de que la situación se normalice, añade. La reducción en el volumen de exportaciones fue provocada por la bajada en la demanda, pero los índices de este mes de marzo y del abril venidero serán mucho mejores, vaticinó.
"Espero que pronto lleguemos a las exportaciones de cereales que estaban previstas antes del inicio de la crisis. Calculo que en esta temporada la cantidad de cereales [para exportación] alcanzarán los 42 millones de toneladas. Estas cifras no baten ningún récord, pero son índices bastante buenos", pronunció.
Quedan tres meses antes del fin de la temporada de la cosecha de cereales y es difícil decir cómo evolucionará la situación, porque ya hemos vivido grandes turbulencias en el último mes y medio. Por ahora, nadie puede garantizar nada, pero, si todo va bien, la temporada va a terminar con resultados más que satisfactorios, predijo el experto.