Los datos que se desprenden de la encuesta elaborada por este organismo, que depende del Gobierno de España, sitúan la sanidad como tercer problema para los ciudadanos (el 20% de menciones), por detrás del paro y la economía.
El cuestionario se desarrolló entre el 1 y el 13 de marzo, antes del estado de alarma decretado por el Gobierno de España el 14 de marzo, cuando algunas regiones comenzaban a activar medidas de prevención como el cierre de escuelas.
Hasta entonces, cuestiones como los problemas políticos, el comportamiento de los dirigentes y los partidos políticos superaban a la sanidad, que en febrero era la séptima inquietud nacional.
El sondeo incluye varias preguntas sobre la pandemia del COVID-19, de las que se desprende que el 99% de los ciudadanos conocían la enfermedad en marzo.
Un 71% de los españoles mostró mucho o bastante interés por la evolución del virus a principios de marzo, y solo un 6% afirmó sentir ningún interés.
Además, un 51% se mostró de acuerdo con suspender eventos públicos con grandes aglomeraciones de personas, una medida que se tomó poco después de la elaboración del sondeo, y un 77% consideró "muy peligroso" viajar al extranjero.
En total, el 68% de los ciudadanos consideraron el COVID-19 un problema "tan serio" como para que el Gobierno aplicara "medidas urgentes".
No obstante, la mayoría de encuestados (63%) coincidieron en que las noticias sobre el coronavirus, que aceleraba su expansión por todo el mundo, contribuyeron a "alarmar sin necesidad".
Esta encuesta se realizó cuando España apenas superaba los 100 fallecidos por COVID-19, una cifra que ya asciende a 3.434, más del total de muertes registradas en China.