Desde el 17 de marzo las autoridades francesas implementan medidas encaminadas a contener la propagación del COVID-19, que incluyen el confinamiento de la población.
"Según el estudio, la calidad del aire en el conglomerado parisino mejoró entre un 20 y un 30%, luego de una reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno de más del 60%", destaca el comunicado.
Otra buena noticia consiste en que esa caída de la contaminación del aire va acompañada de una disminución de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el gas con efecto de invernadero, responsable del calentamiento global, según destacó Airparif.
"En los 40 años de medición, nunca se había observado semejante situación", señala la asociación que se encarga de estudiar la calidad del aire de París, agregando que a lo largo de las carreteras principales ese impacto puede ser aún mayor.
Francia registró unos 1.100 decesos causados por la enfermedad y cuenta con más de 22.300 casos confirmados de coronavirus.
A escala global, los casos detectados de infección por el nuevo patógeno superan los 428.000, incluidos más de 19.000 decesos y más de 109.000 altas médicas, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.