En Kirkland (Washington), la residencia de la cadena Life Care, que tiene más de 200 casas para adultos mayores en EEUU, se convirtió en el foco inicial del coronavirus. El 26 de febrero se produjeron las primeras víctimas de lo que parecía una enfermedad respiratoria conocida, pero en poco tiempo, 81 residentes sobre 120 se contagiaron y 35 murieron al 18 de marzo. Además se contagiaron 48 empleados, muchos de los cuales trabajan en otros centros para adultos mayores, repartiendo el virus por el país.
En España la tragedia también se apoderó de los centros para adultos mayores. Hasta el 19 de marzo, habían muerto al menos 79 personas en las residencias de todo el país, que albergan a casi 400.000 mayores y en las que trabajan 180.000 personas, según el diario La Vanguardia.
Los casos más graves se han registrado en Madrid, donde habrían muerto al menos 50 personas mayores al 19 de marzo, de acuerdo con El País, que denuncia una grave situación de abandono. En el centro de mayores de Monte Hermoso, por ejemplo, han muerto, hasta esa fecha, 20 ancianos; y por lo menos 32 residencias de la región de Madrid han sido afectadas.
La cifra exacta no se conoce porque, según señala el diario madrileño, en muchas residencias no hay médicos ni kits de diagnóstico. Pero la situación es tan escabrosa que la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, reveló que la Unidad Militar de Emergencias (UME) había encontrado cadáveres de adultos mayores abandonados en la cama en varios de esos centros.
"Hay que distinguir entre los hogares sin fines de lucro y las residencias, que están vigiladas por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), pero habilitadas solo hay 35 y funcionan alrededor de 1.200", advirtió Frappola, lo cual dificulta mucho el control.
¿Qué dicen las autoridades?
De acuerdo con las directrices a los "establecimientos de larga estadía para adultos mayores" del Ministerio de Salud uruguayo, estos recintos deben adoptar una serie de medidas:
- Contactar a visitantes y familiares de residentes para indicarles que no deben acudir a estos establecimientos si presentan síntomas de infección respiratoria, instar al lavado de manos, distribuir pañuelos desechables y colocar dispensadores de alcohol en gel; no permitir el ingreso de personas que hayan visitado zonas de alto riesgo que no hayan cumplido la cuarentena de 14 días.
- Estimular la vacunación antigripal y nemocóccica al personal y los residentes;
- Controlar a las personas que ingresan, limitar el número de visitas simultáneas y su duración, evitar salidas del residencial, suspender actividades de carácter lúdico, recreativo o terapéuticas grupales.
- Ante casos confirmados, se deberán trasladar a los adultos a su prestador de salud y aislar a sus contactos por 14 días en habitaciones cerradas con buena ventilación y baño propio, con personal exclusivo. Se prohíbe la visita a estos pacientes mientras dure el aislamiento.
- Los trabajadores con sintomatología respiratoria deberán consultar con su prestador de salud, deben extremar la higiene, en especial con la ropa de trabajo.
- Los residuos de personas en aislamiento deben ir cerrados y rotulados por separado, deben tener vajilla individual, ropa de cama y toallas personales.
- En caso de contagio, identificar los contactos y el personal que los atendió, llevando un registro de todo el personal que haya entrado en contacto con ellos.
"Si una persona está bien, no tiene síntomas, se debe dar la vacuna. Si tiene algún proceso respiratorio, así sea gripal, no, porque tiene las defensas bajas, pero si está bien, se debe vacunar", enfatiza.
Sobre las noticias de personas de 90 años o más que se han curado en Corea del Sur y otros países, Frappola cree que "la biología no es lo fundamental: hay personas de 30 años que tienen tantas patologías que parece que tuvieran 90, y personas de 90 que tienen una salud perfecta".
Un joven que fuma, que consume drogas, o que tiene otras patologías "tiene más riesgo que una persona de 90 años sana. No hay que confundir la cronología con la patología: cronológicamente son grandes pero biológicamente son jóvenes, así que mucha gente mayor lo puede superar perfectamente", dice, en tono esperanzador.