"Ahora todo está totalmente cerrado, lo cual para el sector va a ser un daño tremendo", afirmó este argentino.
Hasta el pasado jueves las librerías "habían bajado sus ventas un 30-40% comparado con la semana anterior", agregó.
El aislamiento social para evitar la expansión del COVID-19 afecta de lleno a las librerías y las empresas editoras, más si se tiene en cuenta que el sector "venía de unos años muy malos", sostuvo el titular de la Cámara.
"En los últimos cuatro años se había reducido la producción de libros a la mitad", especificó.
La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, cuyo comienzo estaba previsto para el 28 de abril, se ha suspendido.
"Este evento, que era dentro de 40 días, para nosotros era muy importante, porque nos permitía generar ventas tanto en el exterior como en el interior del país", explicó Gremmelspacher.
El estado de situación "lo vamos a saber cuando abramos y nos demos cuenta de cómo estamos", sostuvo.
Ayudas
La Cámara Argentina del Libro espera que el Gobierno de Alberto Fernández destine algunas de las medidas económicas anunciadas a paliar la crisis en el sector.
Otro beneficio que aspiran a conseguir es que el Estado se haga cargo de una parte de los salarios de los trabajadores, en el marco del Programa de Recuperación Productiva (Repro).
En la ciudad de Buenos Aires, las librerías también intentarán conseguir que la gobernación de la capital se haga cargo del impuesto inmobiliario, conocido como ABL.
"Estamos buscando diversas alternativas para ver cuáles salen, pero ni el Gobierno está funcionando en estas dos semanas, así que mucho no se puede hacer", reconoció.
Contexto
A través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), el presidente ordenó el jueves en una medida sin precedentes en democracia que la ciudadanía no salga de su casa excepto para necesidades esenciales hasta el próximo 31 de marzo.

La actual gestión prohibió además el ingreso de extranjeros no residentes en el país hasta el 31 de marzo.
El Ministerio de Salud de Argentina contabilizó el jueves 31 casos confirmados del nuevo coronavirus, seis de los cuales serían de circulación viral, por lo que el total de pacientes registrados llega a 128 desde que el pasado 3 de marzo se detectara la primera infección.
El país sudamericano se encuentra en fase de contención para evitar la propagación del virus, difundir métodos de prevención, detectar casos sospechosos, asegurar su aislamiento, brindar atención adecuada a los pacientes y fortalecer medidas de investigación.