La canción Dark Horse fue presentada en 2013 por el sello discográfico Capitol Records, y en seguida se coló entre los primeros puestos de las listas musicales, además de ser reconocida como la segunda canción más vendida en el planeta en 2014.
Con su decisión, la magistrada Christina Snyder evocó el caso de la banda de rock británica Led Zeppelin. Previamente estos músicos ganaron una disputa legal parecida en la que se cuestionaba la legalidad de varios de los acordes iniciales en su tema Stairway to heaven. Para fallar a favor de Perry, la juez apeló a los estándares que habían sido desarrollados por un panel de 11 jueces de un tribunal federal de apelaciones a la hora de resolver a favor de Led Zeppelin.
Como resultado, los casos de Katy Perry y Led Zeppelin contribuyen a que se disipen los temores de muchos compositores y directores. No es un secreto que de vez en cuando estos utilizan en sus canciones elementos comunes que fueron empleados en otras obras musicales, razón por la cual sus éxitos musicales pueden acabar siendo objeto de acusaciones por infringir derechos de autor. Aparte de Perry, los artistas Ed Sheeran y Juice Wrld también se enfrentaron a demandas parecidas.