Ainhoa espera a las puertas de la expendeduría Nº1 de Pinto, una localidad al sur de Madrid de más de 50.000 habitantes, con un chihuahua entre sus brazos. Es la siguiente en entrar. "La gente lleva esperando dos horas para conseguir tabaco" dice con voz airada. Ante el miedo de quedarse sin su Marlboro, ella también se ha puesto a la cola.
Semejante situación lo ha provocado el Estado de Alarma decretado el pasado 14 de marzo por el Gobierno de España. Esta medida —tomada por la crisis del coronavirus, que ya lleva más de 8.000 contagios y casi 200 muertos en el país— ha supuesto el cierre de la mayoría de establecimientos del país. En la Comunidad de Madrid, todos los comercios deben permanecer cerrados, al igual que restaurantes, bares y locales nocturnos.
También se restringe el libre movimiento de los ciudadanos y limita o raciona el uso de servicios. Asimismo, el Estado puede ocupar temporalmente industrias y locales durante 15 días, período que podría ser prorrogado si así lo considera el Congreso de los Diputados.
La presidenta de la Comunidad de Madrid declaró en una comparecencia pública a última hora de la tarde del 13 de marzo que tanto farmacias, tiendas de alimentación como quioscos quedarían abiertos al público. De estancos no se dijo nada.
Ante este desconcierto, muchos ciudadanos han salido despavoridos para comprar sus previsiones. Entre ellas, paquetes de tabaco.
Juana es la dueña de uno de los estancos que se ha visto afectado por la gran afluencia de personas en los últimos días: "Yo no he visto nada ni ayer ni hoy porque estamos desbordados. No tengo constancia de que lo hayan comunicado. Los compañeros de otras localidades y yo estamos en contacto para saber qué va a pasar y ninguno sabemos nada" confirma a Sputnik, "este mediodía hemos visto una noticia en la televisión que decían que ni los estancos ni los quioscos se cierran, pero esto no lo ha dicho Comisionado, que es el que nos manda cuándo se tiene que cerrar".
"¿Entonces no vais a cerrar?", irrumpe una joven. "¡No, ni mañana ni pasado! Mañana abrimos porque no tenemos comunicación", concluye Juana.
"Dependemos del Estado"
Muchos ciudadanos no entienden la decisión de dejar abiertos los estancos. La medida se ha convertido en objeto de críticas entre usuarios de redes sociales. Consideran que la decisión solo beneficia al Estado:
Te aseguro q el porcentaje de beneficios q va a obtener mi jefe estos días superará sus sueños más húmedos, y trabajo en uno de ls estancos con más ventas de españa. Esto está siendo su agosto, para él y el estado. No lo hacen por la ansiedad de la gente lo hacen por pasta
— Makore2105 (@makore2105) March 13, 2020
Los estancos son productos de primera necesidad??? Desde cuándo se fomenta fumar?? Sinceramente creo que el tabaco no es un producto de primera necesidad .....
— Alberto cantos (@acantosramon) March 14, 2020
Pero como es un negocio que os da beneficios entonces si....
"Nosotros dependemos del Estado. Dependemos de dos Ministerios y aunque quisiéramos cerrar no podemos. Ellos nos marcan las pautas de cuándo se tiene que cerrar y las horas y qué días. Nosotros no podemos hacer nada", afirma Juana.
La dueña del estanco explica que no es posible dar una cifra exacta de cómo han aumentado sus ventas en estos últimos días, pero que seguro que son más altas en comparación con otras fechas: "¿Estás viendo esto? ¡Es peor que la guerra de Vietnam!", exclama con asombro, "hay mucha más gente que otros días, la pautamos para que no se acumulen y respetar las medidas de seguridad".
La Unión de Estanqueros, por su parte, emitió una circular el pasado 11 de marzo. En ella contaba cómo debe comunicarse al Comisionado un cierre por motivo del coronavirus en caso de que en una zona determinada se obligase al mismo. Según lo manifestado por el Presidente del Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT), debería utilizarse el procedimiento de comunicación de cierre por enfermedad, alegando motivos sanitarios. Este procedimiento supone avisar al organismo dos días después de cerrar, como muy tarde.