Las comparaciones con el brote de 1918 y el actual coronavirus han estado presentes desde que comenzó su propagación. El miedo a vivir una repetición con las características de la anterior pandemia impregna hoy las discusiones sobre el nuevo brote.
¿Por qué se llama Gripe Española?
Los medios de comunicación que participaron en la Gran Guerra estaban bajo censura militar, por lo que ocultaron la pandemia. Sin embargo, España —al no participar en el conflicto armado— informaba en la prensa de los nuevos afectados por este virus. Se referían a él como la fiebre de tres días, El soldado de Nápoles o tachándola sencillamente como "la gripe de moda". Por ese motivo, la ciudadanía pensaba que España era el único país castigado por la epidemia.
Como la primera oleada resultó prácticamente benigna, los medios se la tomaron casi en broma. La apodaron El soldado de Nápoles por ser tan pegadiza como la canción de una popular zarzuela de aquellos días.
Similitudes y diferencias
A diferencia de otras epidemias que afectaron a niños y ancianos, la fiebre de tres días aquejó principalmente a jóvenes y adultos saludables de entre 20 y 40 años y a animales como perros o gatos. Con el coronavirus, las franjas de edad más afectadas son las de 40 a 70 años y concentran casi el 60% de los casos. Pero a diferencia de esta dolencia pretérita, en la actualidad contamos con un mayor número de medicamentos para tratar esta pandemia.
Los síntomas de la Gripe Española fueron fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio corporal, diarreas y vómitos y en ocasionales dificultades para respirar. La mayoría de las personas que fallecieron fue debido a la neumonía bacteriana, ya que no había antibióticos disponibles. Los síntomas del coronavirus, sin embargo, son fiebre, tos seca, dolor de garganta, dolor muscular o dificultad para respirar.
Además, la globalización nos hace ahora más vulnerables que hace un siglo. Tenemos una población mucho mayor a la de por aquel entonces y se mueve más. Todo eso nos hace más proclives al contagio ante una pandemia como esta. Si bien los antivirales son útiles contra el coronavirus, no tenemos una vacuna y no lo haremos durante al menos 18 meses, lo que limita el valor de salud pública de nuestros avances científicos en los últimos 100 años.
La gripe española se cobró la vida de más 50 millones de personas y el coronavirus, por el momento, lleva 5.116, según los últimos datos de Wordometers. Es importante tener en cuenta lo grave que fue el brote de gripe española y cómo, si el COVID-19 empeorara, tendría que infectar a miles de personas más para igualar el alcance de esta gripe de hace un siglo. Su tasa de mortalidad osciló entre el 10 y el 20% de la población afectada, mientras que la del coronavirus se encuentra en un 3,6%, según datos de la Organización Mundial para la Salud.
A pesar de todos estos datos, muchos expertos advierten de que debemos evitar las comparaciones con la gripe española. Jeremy Brown, un experto en epidemias, escribe en el diario The Atlantic que "lo más sorprendente de estas comparaciones no son las similitudes entre los dos episodios, sino la distancia que la medicina ha recorrido en el siglo intermedio".