Shevchenko operaba en la Península Ibérica como agente de inteligencia ilegal cuando no había relaciones diplomáticas entre Moscú y Madrid. Se interrumpieron después de la Guerra Civil española y no se reanudaron hasta la muerte de Francisco Franco en 1975. Sin embargo, sin tener Embajada en España, la URSS sí que necesitaba información sobre lo que estaba sucediendo en este país europeo que colaboraba activamente con EEUU. Encontrar tal información y enviarla a Moscú era tarea de Shevchenko que actuaba bajo otra identidad, sin revelar que trabajaba para la URSS.
Para obtener información, un espía necesita tener contactos.
"Me preguntaba a mí mismo: ¿dónde pasan su tiempo libre tales personas informadas, dónde se entretienen? La solución no tardó en llegar: era necesario inscribirse en un club de élite, lo cual no era fácil", recuerda el agente.
"Y de nuevo tuvo mucha suerte: el grupo de ajedrez incluía al embajador español en la ONU, un destacado periodista internacional, general retirado y amigo personal de Franco, con el que tomaba té casi todas las semanas. Comencé a hacer preguntas sobre temas que me interesaban, es decir, mi tarea consistía en recoger información "a ciegas". El Centro lo aprobó", agrega el veterano de la KGB.
Penetrar en una base de la OTAN
Según revela el interlocutor de Vorontsovo Pole, a Moscú también le interesó saber cómo se desarrollaría la situación en España después de la renuncia de Francisco Franco.
"Para aclarar la situación en España me fui a una base militar de la OTAN en uno de los territorios españoles de entonces. Para completar la tarea, necesitaba conocer a los militares que servían en esta base", cuenta Shevchenko.
Le ayudó su pasión por la pintura.
"Comencé a salir con un caballete a la calle por la cual pasaban los militares que acudían al servicio. Entablé conversación con dos de ellos. Me invitaron a tomar vino, pasamos bien el rato, nos hicimos amigos y empezamos a vernos los fines de semana", recuerda el veterano.
Y así sucedió. Ya en la base de la OTAN, el espía tenía un tema preparado para la discusión: los rumores en la prensa de que no habría ninguna extensión de la presencia de la base, de que Franco estaría en contra.
"Los militares me dijeron que cinco días antes de mi visita, había estado en la base el propio Alexander Haig [entonces comandante en jefe del Comando Europeo del Ejército de EEUU y alto comandante de las fuerzas de la OTAN] quien celebró una reunión secreta sobre el futuro de la base. Comencé a hacer preguntas aclaratorias y recibí información secreta de primera mano, contraria a lo publicado en los medios de comunicación", cuenta Shevchenko.
Los militares le informaron sobre las condiciones para alquilar el territorio para la base, y cómo se suponía que debía ser utilizada la base misma.
"Me enteré de todo lo que Haig dijo en esta reunión secreta sobre la extensión de la presencia estadounidense, sobre los planes "después de Franco", subraya el veterano soviético.
Envió rápidamente esta información a Moscú e inmediatamente se fue.
"Me dieron las gracias y un obsequio personal de Yuri Vladímirovich Andrópov, presidente de la KGB de la URSS, por el trabajo bien hecho. Junto con una reprensión por haber penetrado en la base", recuerda Shevchenko.
Leyó los documentos de la CIA antes que Carter
En la década de 1970, este hombre logró obtener una gran cantidad de material clasificado relacionado con el trabajo de la Administración Presidencial de Estados Unidos, el Departamento de Estado de EEUU, la CIA y la sede de la OTAN en Bruselas.
"Me dieron una dirección de trabajo: el principal adversario y la OTAN... La escala de la misión se indica por el hecho de que era necesario tomar el control de la Administración de EEUU, la CIA, el Departamento de Estado, el FBI y la sede de la OTAN", cuenta el agente.
Según sus palabras, pudo completar casi todas las tareas, excepto el FBI.
Obtuvo unos 300 volúmenes de archivos con el sello 'alto secreto' y con el sello 'cosmic', el más alto grado de secreto.
Gracias a Shevchenko, el liderazgo soviético a fines de la década de 1970 leyó documentos del Departamento de Estado y de la CIA sobre temas clave de seguridad internacional antes que el propio presidente estadounidense Jimmy Carter.
"Pero Jimmy Carter ni siquiera había tenido tiempo de leerlos cuando ya estaban sobre la mesa de nuestro liderazgo", subraya Shevchenko.
Según revela el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, desde 1969 el agente Shevchenko realizó viajes al extranjero para resolver tareas de inteligencia y participó en el reclutamiento de personas valiosas. En 2001, fue devuelto a Moscú. Por un decreto del presidente Vladímir Putin de 2017, se le otorgó el título de Héroe de Rusia.