El diplomático recordó que Moscú fue privado de la posibilidad de participar en las pesquisas, pese a lo cual cooperó con los organismos de investigación, a los que brindó toda la información requerida.
"Consideramos que el proceso judicial iniciado representa más bien un enjuiciamiento político que no tiene nada que ver con una investigación profesional", dijo el funcionario.
Lukashévich denunció parcialidad por parte de los participantes de esa investigación.
"Rusia hizo su aporte, y nosotros confirmamos claramente nuestro compromiso de cooperar para descubrir la verdad, conforme a la resolución correspondente del Consejo de Seguridad" de las Naciones Unidas, resaltó el embajador ruso, agregando que sin Moscú el proceso no tiene ninguna perspectiva real.
El juicio sobre el siniestro del Boeing de la compañía Malaysia Airlines comenzó el 9 de marzo en Ámsterdam.
Nuevos testigos
Por su parte, el fiscal Thijs Berger informó en el tribunal que en la investigación del derribo del vuelo MH17 pueden surgir nuevos testigos.
Berger señaló que la investigación del caso "está casi concluida", las últimas adiciones serán presentadas ante el tribunal en las audiencias programadas para junio.
El 9 de marzo comenzó el proceso judicial sobre el caso del derribo de MH17 en un recinto resguardado cerca del aeropuerto internacional de Schiphol, en las afueras de Ámsterdam.
La justicia holandesa responsabiliza por el derribo a Ígor Guirkin, el entonces ministro de Defensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Serguéi Dubinski, exjefe de inteligencia de las milicias, su mano derecha Oleg Pulátov, y el excomandante de las fuerzas especiales de los rebeldes, el ucraniano Leonid Járchenko.
A todos se les está juzgando en ausencia. Mientras a Pulátov le defiende un grupo internacional de dos abogados holandeses y un ruso, el resto de los acusados no está representado en el tribunal.
Todos los 298 ocupantes de la aeronave, en su mayoría neerlandeses, murieron. El Ejército ucraniano y las milicias de Donbás se acusaron mutuamente de la catástrofe.
El Equipo de Investigación Conjunto, formado por expertos de los Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania, afirma que el Boeing fue derribado por un sistema Buk, trasladado supuestamente a un área bajo control de las milicias de Donbás y perteneciente a la 53 brigada rusa de defensa antiaérea estacionada en Kursk.
Según la versión que defienden, fueron Ígor Guirkin, Serguéi Dubinski, su mano derecha Oleg Pulátov, y Leonid Járchenko, quienes supuestamente organizaron el traslado de la lanzadera Buk.
La Cancillería de Rusia tachó de infundadas las acusaciones sobre la implicación de Moscú en el siniestro del MH17 y lamentó que la investigación se efectuara de esa manera tan unilateral y preconcebida.
En febrero de 2020, el periodista holandés Max van der Werff, autor de un documental sobre la catástrofe aérea, publicó unos documentos oficiales que revelan que la inteligencia militar holandesa no encontró ningún sistema de defensa aérea Buk que pudiera haber derribado el Boeing malasio en Ucrania en 2014.