Su misión fue repeler un ataque aéreo de unos aviones enemigos, cuyo papel fue desempeñado por unos misiles-diana. Para derribar estos proyectiles, los marineros rusos utilizaron los misiles antiaéreos del sistema Osa.
Los militares también practicaron tiro con los cañones automáticos de 76,2mm AK-176, así como el cañón rotativo de calibre 30mm AK-630, cuya cadencia de tiro de 10.000 disparos por minuto permite literalmente cortar en dos algunas aeronaves.
En el minuto 00:20 se pueden apreciar unas imágenes muy peculiares que muestran en acción el sistema RBU-6000, que lanza bombas antisubmarinas propulsadas por unos motores de cohetes.