El dengue —una infección viral que se transmite por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos Aedes aegypti— está presente en toda la región y su pico máximo se alcanza entre marzo y abril. 2019 fue el año con más casos de esta enfermedad en Latinoamérica en los últimos 20 años.
Alrededor del 70 % de las personas infectadas no presenta síntomas, por lo que circulan con el virus en la sangre, sin saber que lo tienen, infectando a otros mosquitos. El resto suele tener fiebre alta, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y en el menor de los casos alguna erupción cutánea.
"Al término de una semana estos síntomas comienzan a disminuir, y si no pasa más nada se trata de un dengue clásico. Lo que puede ocurrir es que luego empiecen a aparecer signos de alarma y ese dengue sencillo pase a ser grave, llegando incluso hasta la muerte. Pero esto ocurre solo en un porcentaje de los casos, dependiendo del sistema inmunológico del individuo", añadió Espinosa.
"El dengue se mantiene en la naturaleza debido a esa circulación de cuatro serotipos. Hay años que tenemos más casos, otros menos, este es un año que ya venía complicado desde el 2019. Ahora se está viendo un foco muy importante en Paraguay y en los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná en Brasil", dijo el biólogo argentino.
¿Cómo prevenir el dengue? Actualmente no existe una vacuna, por lo que el único mecanismo de prevención es frenar la proliferación del mosquito. Esto se logra evitando dejar agua estancada en recipientes, cacharros, botellas o neumáticos, ya que es aquí donde ellos depositan sus larvas.