Todo esto en el marco del triunfo electoral del 2 de marzo y previo a la audiencia del martes 17 a la que debe concurrir para escuchar formalmente los cargos que se le imputan en tres causas separadas: fraude, soborno y abuso de confianza.
En principio contarían con el apoyo del segundo y tercer partido más votado en los últimos comicios, Azul y Blanco y la Lista Árabe Unida, respectivamente, además de los liderados por Liberman y la coalición de izquierdas.
Histórico por donde se lo mire
Isaac Caro, académico de la Universidad Alberto Hurtado de Chile, destacó en diálogo con Sputnik que el actual proceso electoral se da en el marco de una "situación única en la historia política de Israel", por varios factores:
- Contra todo pronóstico y a pesar del coronavirus, esta elección fue la más concurrida desde 1999 y votó un 3 % más que en las elecciones de septiembre.
- En menos de un año (desde abril de 2019) hubo tres elecciones consecutivas, las dos primeras "para terminar con el bloqueo político y eventual empate que se había producido entre los dos principales candidatos", apuntó Caro.
- Además, se trata de un primer ministro "que ha dominado la escena política durante los últimos 12 años. Hay que recalcarlo, David Ben Gurión, el fundador del Estado de Israel, ha sido superado ampliamente por Netanyahu", destacó el experto.
- También es histórico que un primer ministro sea acusado por corrupción estando en el cargo. En caso de que logre finalmente el respaldo suficiente para formar Gobierno para los próximos cuatro años —y los proyectos de ley para evitarlo fracasen— "va a completar alrededor de 15 años en el poder político israelí", tras haber asumido en 2009.
Si fracasan las iniciativas legislativas, la Fiscalía y el Tribunal Supremo, que tienen a su cargo las causas en las que está imputado, tendrán que pronunciarse acerca de la duda legal de si puede liderar un nuevo Gobierno.
Resultados
Sumados a los conseguidos por sus socios de los partidos ultraortodoxos Shas (nueve) y Judaísmo Unido de la Torá (siete), y a los seis diputados de Yamina, el bloque de derecha suma 58 escaños, a tres de la mayoría absoluta.
Azul y Blanco alcanzaría las 32 bancas; la Lista Árabe Unida 15, y siete Israel Nuestro Hogar como también la alianza de izquierda Avoda-Guesher-Meretz. "Prácticamente los partidos de izquierda y los que han sido más pacifistas están desapareciendo de la arena política israelí", destacó Caro.
"El partido que gobernó Israel desde 1948 hasta 1977, hoy en día en coalición con el partido de izquierda Meretz, más pacifista, en conjunto solo tiene siete diputados", graficó Caro, para luego añadir que la pérdida de bancas con respecto a septiembre fue de cuatro.
Este aumento se debe a que "ha habido un rechazo muy importante hacia los sectores árabes desde el gobierno de Netanyahu", acotó Caro, como se vio con el rechazo a la ley de nacionalidad, votada y respaldada fundamentalmente por el Likud y sus aliados" en 2018.
"Esta ley incorpora a Israel como pueblo judío, y a las otras minorías las deja en un segundo lugar. Entonces los partidos árabes, que durante mucho tiempo estuvieron divididos, hoy ven una amenaza a sus derechos adquiridos. Eso explica en gran medida la unidad y una mayor cantidad de votos", concluyó.