El 28 de febrero de 1980, tras meses de brega política y movilizaciones populares, el pueblo andaluz sancionó mediante referéndum su deseo de conformarse como región autónoma en tanto que entidad histórica y cultural dentro del Estado. España cambiaba su organización territorial y se descentralizaba, otorgándose paulatinamente a las regiones más poderes de actuación dentro de sus territorios.
💚 #28F 💚 40 años de autonomía
— PSOE de Andalucía (@psoedeandalucia) February 26, 2020
Felicidades, #Andalucía. Por lo que tanto costó construir. #AndalucíaVolvamosASoñar pic.twitter.com/jbCruirTld
Andalucía se dotó de bandera (con franjas blanca y verdes), de himno y de un proyecto de desarrollo en el común del Estado que habría de cambiar su faz de manera notoria. Su himno oficial, cuya letra compuso el ensayista y político andaluz Blas Infante, que teorizó sobre el andalucismo y fue fusilado por el bando sublevado a comienzos de la Guerra Civil española, dice así:
"¡Andaluces, levantaos! ¡Pedid tierra y libertad!"
💚💪 "Los orígenes de la autonomía se remontan al alzamiento revolucionario de Topete en #Cádiz, con el que se reivindicaba más democracia y descentralización. En el s.XX destaca la figura de Blas Infante...". Sigue la historia... #28F #28F40años ➡ https://t.co/cpcw6zdsVd ✅ pic.twitter.com/J7uvUqAk0f
— Junta de Andalucía (@AndaluciaJunta) February 28, 2020
Dos realidades
Sin embargo, los éxitos conseguidos no ocultan las tareas aún pendientes, dibujándose un mapa en el que los contrastes son el tono medio. Siglos de abandono obraron que Andalucía produjera bienes que disfrutaban fuera gracias a su mano de obra barata, una fuerza productiva que a menudo acababa emigrando. Reducida también al plano folclórico, la región y buena parte de sus gentes eran también la viva imagen del subdesarrollo en España.
La región también es pionera en materia de derechos civiles, por ejemplo para la comunidad LGTBI, con la aprobación en 2014 de una ley de transexualidad. Muchos de sus hospitales son líderes nacionales en trasplantes de órganos y la industria del cine generó en 2019 cerca de 130 millones de euros. Dos millones de visitantes a sus museos, como el de Bellas Artes de Sevilla, o a las sucursales en Málaga del Pompidou, el Thyssen o Museo Ruso de San Petersburgo aseguran la fiebre museística de la región.
Aún así, la tercera economía de España es producto de un evidente progreso desde que acabara el franquismo, aunque nunca se ha acometido la reforma agraria en sus tierras. Las recientes protestas del campo español tienen en Andalucía uno de sus terrenos de mayor expresión, donde sus agricultores se encuentran en quiebra técnica y con una sombría perspectiva de futuro.
Amenazada por el cambio climático
Diversas zonas de Andalucía sufren de sequía crónica, quedando afectadas así esferas como la agricultura, la industria y el turismo. Como alerta la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), esta escasez de agua, sin perspectiva real de mejora, atenta contra la demanda del recurso hídrico por parte de superficies de regadío y zonas turísticas. El agua embalsada apenas llega al 48% de media.
Las actuales autoridades andaluzas, con un Gobierno de coalición entre el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C's) al frente, tienen previsto regular mediante un decreto-ley 327.000 viviendas construidas en inmediata proximidad al litoral, según denuncia la organización de defensa del medioambiente Ecologistas en Acción.