Mientras que el calendario gregoriano establece que cada año dura 365 días, la Tierra demora 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,10 segundos en dar la vuelta al Sol. Para compensar este desfasaje lo que se hace es agregar un día a febrero cada cuatro años.
"La decisión de incorporar este día la tomó Julio César en el año 46 a. C. con la explicación de que si esto no se hacía había una descompensación entre el calendario y el comienzo de las estaciones. De no ser así, estas no empezarían con los equinoccios y solsticios como sucede ahora", dijo la antropóloga uruguaya Rossana Passeggi.
El hecho de que se trate de una fecha especial, que solo existe cada cuatro años, dio origen a varias creencias en torno al día y al año bisiesto en general. En Latinoamérica, por ejemplo, hace algunas décadas se lo consideraba como "un día malo".
"Quedó un poco aquello de 'bisiesto siniestro'. Es un día extraño porque se incorpora a la vida cada cuatro años. Entonces a la gente le sonaba como algo feo, algo malo, y esas supersticiones traen como consecuencia el hecho de que hay decisiones que no se toman ni en esos años, ni ese día puntualmente", agregó Passeggi.
Pero no todo es negativo, en Irlanda y en Inglaterra se considera al 29 de febrero como el Día de los Solteros.
También se piensa que este es el día en el que las mujeres le proponen matrimonio a los hombres. La película Propuesta de Año Bisiesto muestra esta tradición festiva.