Un nuevo estudio de los economistas Adam Slater y Neil Walker del grupo Oxford Economics arrojó que, de declararse la pandemia por el COVID-19, la economía mundial podría caer un 1,3 % en el primer semestre del año. Otro, realizado por la agencia Dun y Bradstreet, fue un poco más optimista y situó la contracción en 1 %. Si bien aún se desconoce si la amenaza del coronavirus aumentará hasta tal punto, la incertidumbre ha calado fuerte en los mercados mundiales, y el del petróleo no es una excepción.
Tal situación se desencadenó en medio de una tensión preexistente entre EEUU —fuerte jugador en términos de hidrocarburos no convencionales— y los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, que desde 2016 vienen controlando la oferta de petróleo para mantener los precios en un buen nivel.
"Ahora la OMS dice que el mundo no parece estar preparado para atender a esta problemática. Lo que veo es que esta situación ha debilitado aún más el mercado de oferta y demanda petrolera que ya estaba cruzado por esta puja que se está dando por debajo", agregó el experto.
"Argelia y Arabia Saudita han expresado preocupación por un recorte adicional que es lo que se hablaba por la necesidad de avanzar como para evitar que esta situación siga impactando en el precio. Finalmente Rusia también ha expresado, con un sentido de cautela que es necesario rescatar, que aún no sabemos hasta dónde esta situación puede llegar y como puede impactar. Entonces creo que hay una ventana de posibilidad en los próximos días previos a la reunión", concluyó.