El descubrimiento fue realizado por un grupo de astrónomos de la Universidad de Cornwell en EEUU, junto con investigadores del Experimento Canadiense de Cartografía de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME) y fue publicado en la revista Nature.
Esta ráfaga de radio —a la que se llamó FRB 180916.J 0158 + 65— se emite durante cuatro días, después desaparece por 12 días, y luego se vuelve a repetir el ciclo. A pesar de que se le llame "señal de radio" lo que llega desde esta galaxia no es sonido sino luz.
"Las señales de radio son muy luminosas y rápidas, los pulsos aparecen y desaparecen a gran frecuencia, incluso varias veces por segundo. Esta es extraña porque tiene una frecuencia más baja: se repite cada ciertos minutos y horas, y lo hace solamente cada 16 días. No se ciñe a los modelos actuales por lo que estaríamos en presencia de un objeto diferente", dijo César Fuentes, astrónomo de la Universidad de Chile.
Pero este no es suficiente para explicar lo que está sucediendo con estas ondas que se repiten, por lo que se deben buscar otras explicaciones. Aunque el hecho de que se trate de señales enviadas por vida extraterrestre es muy tentador, desde la ciencia lo descartan ya que no existe forma de probarlo.
"Se han propuesto algunas teorías como que este haz de luz sea bloqueado por una nube de gas que esté orbitando a una secuencia de 16 días. Hay otra que incluye a un hoyo negro. En cualquier caso tiene que ser algo extremadamente energético para que la señal nos llegue desde una galaxia a millones de años luz", concluyó Fuentes.