Expertos de la Universidad de Heidelberg (Alemania) estudiaron el cerebro de 48 individuos a través de imágenes obtenidas por resonancia magnética. Entre los participantes, había 22 que eran adictos a los móviles y 26 que no sufrían esta dependencia.
La investigación descubrió que las personas con adicción a los teléfonos presentaban un menor volumen de materia gris en la ínsula anterior izquierda y en las cortezas inferotemporal y parahipocampal. La disminución de la materia gris en la ínsula es algo que estudios anteriores han detectado en las personas que sufren dependencia de narcóticos.
"Dado su uso generalizado y su creciente popularidad, el presente estudio cuestiona la inocuidad de los teléfonos inteligentes", apuntan los autores de la investigación, quienes agregan que esta es la primera evidencia física de una conexión entre el uso de teléfonos móviles y alteraciones físicas en el cerebro.