Los resultados de 16 estudios, publicados en el International Journal of Food Sciences and Nutrition, realizados por científicos chinos sobre los efectos de diferentes ingredientes vegetales en el desarrollo del cáncer les llevó a encontrar una relación lineal entre el consumo de té verde y el desarrollo del cáncer de mama.
Concluyeron que el papel del principal agente anticancerígeno lo desempeña el fitoquímico epigalocatequina-3-galato (ECGC), una sustancia orgánica del grupo de polifenoles que, además de sus propiedades antioxidantes, tiene una alta función protectora contra las células. Bloquea la enzima necesaria para que las células cancerosas crezcan, lo que detiene el desarrollo del tumor.
Por lo tanto, los resultados del estudio no pueden transferirse automáticamente a europeos o estadounidenses. Entre otras propiedades del té verde hay que destacar el buen efecto sobre la microflora intestinal y que ayuda a perder peso, aunque debe recordarse que la bebida también contiene altas concentraciones de cafeína, por lo que se debe disminuir la cantidad en presencia de ciertas enfermedades, advierten los científicos.