Aunque la Real Academia de la Lengua Española (RAE) todavía no reconoce el término en sus diccionarios, Aldeanueva de Ebro lo registró en su municipio para que solo ellos pudieran utilizar ese dominio en internet. El enoturismo es un término reciente, pero una práctica habitual que se realiza desde hace varias décadas. Este nuevo concepto es definido como un tipo de turismo relacionado con el sector del vino que nace con el objetivo de potenciar la riqueza vinícola de una determinada zona rural.
Estas y otras muchas bodegas se han dado lugar en la I Feria Internacional de Enoturismo (FINE) en Valladolid con el objetivo de poner en contacto generadores de producto enoturístico, habitualmente bodegas, con comercializadores como las agencias especializadas en viajes.
Según datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), el único organismo que actualmente se encarga de realizar informes sobre el enoturismo en territorio español, las Rutas del Vino de España continúan siendo un producto desconocido para una gran parte del público —concretamente el 54,7% ha manifestado desconocerlo— y por ello es fundamental reforzar las acciones de promoción, aumentando la presencia de la marca en distintos medios y adaptarlas a cada uno de los segmentos que componen la demanda. "El objetivo es ayudar a las grandes bodegas a que rentabilicen sus planes de enoturismo", afirma Adela Pereira, experta en marketing digital especializada en el sector vitivinícola.
Éxito rotundo de #FINE La primera Feria Internacional de Enoturismo que se celebra en el mundo y que se celebra, dónde si no, en Valladolid. La sala de conferencia se ha quedado pequeña en esta primera edición. pic.twitter.com/AI9uXUwcfO
— Oscar Puente (@oscar_puente_) February 12, 2020
España como potencia vitivinícola
La importancia del sector del vino en España es clara, pues está considerado como uno de los tres países con mayor producción de vino según datos del último informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV, por sus siglas en inglés).
"En zonas como La Rioja cuesta mucho encontrar un buen responsable de enoturismo porque están muy cotizados, unas bodegas se los roban a otras, síntoma de que existen grandes oportunidades de empleo. Hace falta gente joven con idiomas que hagan la estancia agradable al consumidor"
Ahora bien; si el mercado productor se encuentra en su mayoría dentro de la España rural, ¿podría ser el enoturismo una vía para frenar la despoblación? Para Manuel Romero, responsable de la Oficina técnica de ACEVIN, la respuesta está clara: "Totalmente, ya lo está haciendo" y añade, "en zonas como La Rioja cuesta mucho encontrar un buen responsable de enoturismo porque están muy cotizados, unas bodegas se los roban a otras, síntoma de que existen grandes oportunidades de empleo. Hace falta gente joven con idiomas que hagan la estancia agradable al consumidor".
"Nos cuesta llevar a la gente a la España rural, que es donde suelen estar las grandes bodegas", sostiene Pereira.
Por su parte, Pereira considera que el enoturismo puede ser una "gran ayuda" para frenar la despoblación: "Es cierto que en muchos pueblos las grandes empresas rurales son bodegas con un volumen de negocio importante y con una gran capacidad para fijar población. Son una ayuda muy efectiva en muchísimos casos rurales. Solución completa no, pero sí gran ayuda".
Para muchos, el enoturismo es la variedad más potente del turismo gastronómico. La Ruta del Vino es tan poderosa porque tiene un paisaje espectacular, las industrias son atractivas y sobre todo porque te dan a degustar el vino. De acuerdo con Romero, "el enoturismo al final consigue que entremos enfadados a la bodega y salgamos dándonos abrazos. Combinando todos estos elementos hay muchas posibilidades de desarrollo que pueden ayudar a fijar población".