La palabra fue creada por la web de moda Man Repeller, donde explican al orbiting como un fenómeno en el que una parte mantiene a la otra "lo suficientemente cerca para que ambos se puedan observar pero lo suficientemente lejos para no tener que hablar".
El que orbita está presente en las redes sociales —pone un me gusta en Facebook, mira las historias en Instagram, deja un comentario— pero no tiene ningún otro contacto más allá de eso, por lo que brinda mensajes contradictorios y genera confusión en la otra persona.
"Es una conducta sobre la que no se puede generalizar: puede implicar algo sádico o masoquista pero también puede tratarse de un comportamiento culposo del estilo 'no puedo estar contigo pero no te dejo del todo'", explicó a Sputnik Any Krieger, psicóloga y psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Los psicólogos sostienen que detrás de este comportamiento está presente la manipulación psicológica y la especulación, ya que se quiere dejar una puerta abierta por si se quiere empezar o retomar la relación en un futuro.
En cuanto a qué hacer con los ex en las redes sociales no existe un consenso sino que depende de lo que le haga bien o mal a cada uno. Recomiendan no darle importancia a las interacciones virtuales: entender que un me gusta o que alguien vea una historia no tiene por qué significar algo.