El congresista estadounidense Bill Foster advirtió al jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, de que si EEUU no reacciona y no elabora un plan para digitalizar el dólar competidores como China pueden adelantarle en esa carrera. Su plan para popularizar el yuan digital entre otros países involucrados en la Nueva ruta de la Seda choca frontalmente con el papel del dólar en la economía mundial.
China trazó un plan para crear una moneda digital nacional ya en 2014. En diciembre del 2019 el jefe del instituto de investigación de moneda digital del Banco Popular de China, Mu Changchun, comunicó que el criptoyuan estaba listo para pasar las primeras pruebas. A finales del mismo mes el cuarteto compuesto por los mayores bancos de China junto con los tres operadores de comunicación móvil deberían haber lanzado los proyectos pilotos en las ciudades de Shenzhen y Suzhou.
En lo que se refiere a los pagos electrónicos, China ya es uno de los líderes mundiales. En su vida cotidiana los ciudadanos chinos ya no usan el dinero en efectivo para realizar compras sino utilizan los servicios de pago como WeChat Pay o Alipay, comunicó a Sputnik, la directora de un centro del Instituto de Economía Mundial y Finanzas de la Academia de Ciencias de China, Liu Dongmin.
"Es completamente evidente que los chinos se hayan acostumbrado a hacer los pagos electrónicos y utilizan estos servicios con mucho gusto. El siguiente paso será la emisión del yuan digital que no diferirá en muchos aspectos de los sistemas de pago móvil ya existentes, salvo a los mecanismos y los canales de emisión", destacó.
A diferencia de China, EEUU no prestó la debida atención al desarrollo de una criptomoneda nacional hasta que en 2019 Facebook anunció sus planes de elaborar su propia moneda digital, la libra. Su proyecto fue duramente criticado en los países occidentales, y sobre todo en EEUU. Powell subrayó que la libra amenaza la estabilidad del sistema financiero.
A su vez, China no oculta el hecho de que ha unido todos sus esfuerzos para poder desarrollar su propia moneda digital. Busca mantener su liderazgo en las tecnologías financieras aunque ahora sea muy temprano para hablar de su expansión a mercados externos, opina Liu. Ante todo, Pekín desarrolla el yuan digital para usarlo dentro del país. Una criptomoneda para el banco central permitirá aumentar la eficacia de su política monetaria y el funcionamiento del sistema financiero en general, según el experto.
Ya se sabe que el yuan digital diferirá en muchos aspectos de las criptomonedas tradicionales, como el bitcoin. Para poder realizar un pago no será necesario conectarse a Internet. Se cree que el criptoyuan sustituirá al agregado monetario M0, que suele referirse a todo el dinero en efectivo en circulación. La moneda digital se debería de emitir en dos etapas: del Banco Central llegaría a los bancos comerciales y, de estos, a la población. Esta emisión paulatina permitirá que el sistema financiero chino se acostumbre a las nuevas realidades y evite los shocks monetarios.
Si bien es poco probable que el yuan digital desborde en el futuro próximo las fronteras del país asiático, el temor de la Reserva Federal de EEUU a la hora de reformar su sistema financiero puede conducir a que China adelante a EEUU, tal y como ya lo ha logrado en el desarrollo de las redes inalámbricas 5G.