"Ayer [el 12 de febrero] ya obtuvimos compromisos de dispersión, compra de boletos, por la mitad de los 3.000 millones de pesos [casi 158 millones de dólares] que estamos pensando obtener, ayer hubo compromisos por 1.500 millones de pesos [unos 79 millones de dólares]", informó en su conferencia de prensa diaria.
En vez de ganar el avión que aparece en el boleto de la rifa, un Boeing 787-8 modelo Dreamliner de lujo, adquirido por la Presidencia a principios de 2016 bajo arrendamiento financiero vigente y valuado en 130 millones de dólares, se repartirán 100 premios de 20 millones de pesos (casi un millón de dólares), cada uno.
La rifa se celebrará el 15 de septiembre, con seis millones de boletos a la venta que costarán cada uno 500 pesos (26 dólares), y el dinero recaudado se destinará a la compra de equipos médicos y mantenimiento del avión, que seguirá en venta o en oferta para ser alquilado.
"Tamales más caros"
La prensa publicó una carta de compromiso que recibieron los asistentes a la cena celebrada en la sede del Ejecutivo, para firmar su deseo de "participar de manera voluntaria en la compra de billetes de la Lotería Nacional".
Los inversionistas debían elegir una de las cuatro opciones de su compromiso, que van de 20 a 200 millones de pesos (de 1,05 a 10,5 millones de dólares) que depositarían en una cuenta bancaria de la Lotería.
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Bosco de la Vega, dijo periodistas que había cenado "los tamales más caros".
Por diversas razones legales, como el arrendamiento financiero firmado por la Presidencia con el fabricante Boeing, entre otras limitaciones de la Lotería Nacional, obligada a entregar premios en efectivo, el avión presidencial no se puede entregar como premio a los ganadores, como fue anunciado por López Obrador.
En cambio, permanecerá bajo resguardo de la Fuerza Aérea Mexicana, con la intención de seguir la oferta de alquilarlo o venderlo.
El jefe de Estado se negó a utilizar el avión y viaja en líneas aéreas nacionales; también lo ofreció públicamente en trueque por equipo médico a sus homólogos Donald Trump de EEUU y Justin Trudea de Canadá, pero no tuvo respuesta.