La principal barrera entre los humanos y los alienígenas son las poderosas emisiones de radio generadas por el Sol, indicó Panóv, quien es además el director del centro científico-cultural SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés) en la Academia de Ciencias rusa. Estas, según él, son tan potentes que entre ellas sería prácticamente imposible discernir una señal enviada por los humanos.
"Para poder recibir unas señales semejantes haría falta disponer de unos receptores de una escala astronómica que la humanidad no tiene por ahora. (…) Esto, significa, que entre las ondas de radio provenientes de nuestro sistema solar se puede discernir un ruido sospechoso. Pero ningún instrumento de clase terrestre podría descifrar este ruido en algo que se parezca a información sensata", destacó.
Actualmente, las ondas de radio son el principal medio empleado para la búsqueda de vida extraterrestre y los proyectos en el marco del SETI también dependen de este instrumento. Lo que también dificulta la búsqueda son las distancias intergalácticas.
Así, las primeras transmisiones de radio comenzaron en 1909 y la televisión pública nació en los años 30 del siglo XX. Consecuentemente, aquellas ondas de radio que lograron penetrar la ionoesfera terrestre pudieron alejarse de nuestro planeta a una distancia máxima de 100 años luz. Al mismo tiempo, el tamaño de la vía láctea supera los 100.000 años luz.