“Es peligrosísimo porque pueden generarse situaciones en las que turba protagonicen desordenes, se cierre el diálogo, el rol constitucional no funcione y reine un caos en el que el país salga perdiendo”, dijo Martínez a esta agencia, después que Bukele mencionara el artículo 87 de la Carta Magna.
Bukele admitió que el orden constitucional no ha sido roto, pero lo estará si los diputados no asisten a una sesión extraordinaria que el mandatario convocó a través del Consejo de Ministros para el próximo domingo, para votar por la aprobación de 109 millones de dólares para la tercera fase del plan de seguridad Control Territorial.
El jefe de Estado convocó al pueblo salvadoreño a través de su cuenta en la red social Twitter a presentarse en la Asamblea Legislativa (Parlamento) el próximo domingo, para ser testigos de la sesión extraordinaria sobre el referido financiamiento.
“Yo esperaría que no vaya nadie a hacerle caso a Bukele: el presidente no tiene ni un año en el Ejecutivo y ya está promoviendo la insurrección, cuando aún no se han agotado los procedimientos establecidos para considerar la situación extraordinaria”, señaló Martínez.
“El peligro es que lo extraordinario se convierta en ordinario y se quiebre el orden constitucional”, acotó Martínez, quien consideró que Bukele ha acentuado el carácter presidencialista del sistema de gobierno en El Salvador.
La Asamblea aprobó con 63 votos a favor, tres en contra y una abstención un informe que declara improcedente la convocatoria del Consejo de Ministros, pues no hay condiciones materiales que la justifiquen y que acrediten el interés de la República.
El Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, sección El Salvador, advirtió en un comunicado que no basta la simple invocación de la seguridad para ejercer una potestad que, en observancia de la separación de poderes, debe utilizarse de modo excepcional, debidamente motivada y justificada.