Alberto Fernández recibió el Gobierno con un 40 % de la población en la pobreza. El alto endeudamiento y los salarios creciendo en menor proporción que la inflación —que trepó más de 50 % en 2019 — fueron ingredientes clave para la crisis económica y social que atraviesa el país. Una de las decisiones que tomó el mandatario para paliar la situación fue apelar a una vieja receta: los Precios Cuidados.
El director del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA) explicó que tal "referencia" no era para los consumidores sino para los competidores. Por eso en sus inicios buscaba agregar los productos más consumidos dentro de su segmento, conocidos también como de "primeras marcas".
"Al incluir al producto más representativo de un segmento, el resto de ellos con ventas marginales al lado del principal no pueden—en términos de precio— alejarse demasiado porque la gente consumiría el de la primera marca. Dicho de otro modo, el objetivo del programa era ser un conjunto de productos representativos que sea referencia para el precio del resto de los que no están dentro del programa", agregó.
"El primero sacando justamente la referencia de los precios. Es decir, habilitó a las empresas a que quitaran los productos más representativos de cada segmento de consumo del programa", expresó Lechter.
"Y la segunda cuestión es que habilitó lo que llamamos puerta giratoria: es decir el ingreso y la salida constante en cada una de las renovaciones de los artículos, lo cual rompió la serie. O sea que un producto tenga un precio regulado durante un período relativamente largo y por lo tanto cumpla el objetivo", detalló el entrevistado.
De acuerdo a Letcher, el presidente Fernández retomó las características iniciales de la política y duplicó el porcentaje de "primeras marcas" en la canasta. "Representan el 40 % de los 311 artículos, cuando eran el 20 %", apuntó. Además establece un plazo mínimo de participación de un año, lo que ayudará a construir series de precios y cumplir el objetivo.