Se llaman folidotos, palabra que proviene de la griega pholidota, que significa "cubierto de escamas", pero popularmente se los conoce como pangolines, que proviene de la palabra malaya peng-guling, que significa "el que se enrolla".
Además de tener escamas, los pangolines tienen otra particularidad: se caracterizan por ser de los pocos mamíferos que pueden caminar en dos o cuatro patas. El animal no es tan pequeño como puede parecer, y los hay de dos tipos: el de cola larga, cuyo cuerpo mide entre 30 y 40 centímetros y cola casi el doble, y el llamado gigante, que alcanza los 85 centímetros de cuerpo y una cola de más o menos el mismo largo.
La cabeza del pangolín es pequeña y alargada. Tiene un hocico tubular y una boca desdentada, con una estrecha, musculada y pegajosa lengua —lubricada por unas enormes glándulas salivares— que es más larga que su cuerpo.
Identifican al pangolín como posible huésped intermediario del 2019-nCoV😷
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Sí, leíste bien: su lengua está unida por su base a un hueso de la pelvis, y mientras no la emplea, permanece enrollada en una especie de saco en el interior de la garganta, lo que le dificulta su capacidad de emitir sonidos.
De hecho, según BBVA Open Mind, se comunican entre sí mediante señales químicas que segregan a través de unas glándulas especiales, aprovechando que poseen un extraordinario sentido del olfato, que compensa una pobre visión y oído.
Los pangolines están amenazados porque los humanos los cazan. Los pangolines son cazados como alimento en muchos lugares de África y es uno de los tipos de carne de bosque más popular.
Los pangolines también tienen mucha demanda en China porque su carne es considerada un manjar, y algunos chinos (igual que algunos africanos) creen que las escamas de los pangolines hacen bajar las inflamaciones, mejoran la circulación de la sangre y ayudan a las mujeres en el periodo de lactancia a producir leche. Aunque están prohibidos, hay restaurantes chinos que continúan sirviendo carne de pangolín.
Esto, sumado al comercio de sus escamas y la deforestación, ha provocado un gran descenso del número de pangolines gigantes.
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Los investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China identificaron a los pangolines como posible huésped intermediario del nuevo coronavirus 2019-nCoV. "Las secuencias del genoma de la nueva cepa de coronavirus aislada en pangolines resultaron en un 99% idénticas a las de las personas infectadas, lo que indica que los pangolines pueden ser un huésped intermediario del virus".