Sputnik te invita a recordar los momentos clave de las largas décadas de medidas represoras que sucedieron a este acontecimiento.
Hay que remontarse a los tiempos de la Revolución cubana para entender de dónde viene el bloqueo que pesa sobre la economía cubana. Muy alejado del modelo ideológico que EEUU lideraba, el rumbo puramente socialista que tomó Cuba a principios de los 60 chocaba frontalmente con los intereses de su enemigo. Así, desde el mismo triunfo de la Revolución Cubana en 1959, la administración de EEUU puso en marcha su plan para sofocar el movimiento castrista.
La primera decisión drástica fue romper las relaciones diplomáticas con la isla, el 3 de enero de 1961. A partir de este momento, la situación se fue volviendo cada vez más tensa: primero EEUU elaboró una lista que recogía algunos alimentos y medicinas que necesitaban una licencia antes de ser exportados a la isla.
Después, el 6 de febrero de 1962, el Departamento del Tesoro del país norteamericano promulgó las Regulaciones para las Importaciones Cubanas. Esta medida supuso el mayor golpe económico asestado hasta aquel momento a la isla: desde ese día quedaban prohibidas las importaciones de cualquier mercancía cubana a territorio de EEUU.
Finalmente, un día después, llegó el embargo económico, comercial y financiero que dura hasta nuestros días. El objetivo era derrocar el nuevo sistema de los Castro, meta que no se alcanzó por ahora. Lejos de rendirse, EEUU ha intensificado aún más su lucha por aislar a Cuba:
En 1992, la Ley Torricelli elevó las sanciones a un nuevo nivel al hacerlas extensibles a terceras naciones en las que se ubicaran subsidiarias de EEUU por intercambiar bienes con la isla caribeña.
Con la llegada de Trump, las medidas para aislar a Cuba continuaron recrudeciéndose. Llegados a este punto, y tras casi 60 años de un bloqueo que ha ocasionado pérdidas millonarias, se puede decir que EEUU viene violando los derechos humanos de los cubanos y los principios del derecho internacional. Sin embargo, los cubanos no se rinden:
“Cincuenta y ocho años después, Cuba resiste y se crece frente al bloqueo de Estados Unidos. Nuestra respuesta es de resistencia, lucha y emancipación”, declaró el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.