El artefacto lo encontró un veterinario israelí por pura suerte mientras nadaba en las costas de Atlit, al sur de Haifa.
What’s that you say?
— just being max (@maxinthebox) February 2, 2020
Oh, nothing in particular... just a beautiful 3,400-year-old Bronze Age Egyptian anchor featuring the image of an ancient goddess and hieroglyphic writing. pic.twitter.com/sz2249ZLql
"Lo vi, seguí nadando unos metros, luego me di cuenta de lo que había visto y me zambullí para tocarlo. Fue como entrar en un templo egipcio en el fondo del Mediterráneo", relató Rafi Bahalul al periódico israelí Haaretz. Evidentemente, se había hundido en la arena que la preservó durante milenios hasta que fue arrastrado por una reciente tormenta.
El artefacto lleva no solo jeroglíficos, sino también imágenes y decoraciones, una de ellas de una diosa egipcia: Seshat, la diosa de la escritura. Hay un detalle curioso: la mayoría de la inscripción está perfectamente conservada, mientras que la cara de Seshat fue cincelada en algún momento.
Sin embargo, originalmente la piedra formaba parte de un relieve decorativo de algún edificio importante en Egipto, posiblemente un templo o palacio real. Más tarde, fue convertida en un ancla para el mencionado cometido.
Hay al menos dos teorías que intentan explicar para qué cincelar la cara de la diosa. Ben Dor Evian apuesta por que fuese un acto de respeto a la deidad, ya que la piedra iba a ser reutilizada para fines no religiosos. Aunque también es posible que la imagen acabase en el centro de un conflicto entre distintos grupos políticos, como, por ejemplo, faraones rivales que quisiesen borrar el trabajo de sus predecesores.
Ahora se puede ver en la exposición Emoglifos: Escritura de imágenes desde los jeroglíficos hasta el emoji.