Tras la salida oficial del Reino Unido, consumada el 31 de enero, ambas partes abrirán la negociación sobre su futura relación comercial y de seguridad, entre otros aspectos, para intentar llegar a un acuerdo antes de final de año, según el calendario del mandatario conservador.
"Un acuerdo de libre comercio no tiene por qué implicar que se acepten las normas de la UE en cuanto a política de competencia, subsidios, protección social, el medio ambiente o cualquier otro asunto; en la misma medida que la UE no tiene por qué cumplir las normas del Reino Unido", advertirá Johnson, de acuerdo con su oficina.
"La UE no puede dictar las negociaciones, ellos quieren determinar los términos y las condiciones, pero no debemos permitirlo", declaró a Sputnik el diputado conservador William Cash.
El veterano euroescéptico lleva décadas en pie de guerra contra la UE, particularmente desde las deliberaciones del Tratado de Maastrich en la década de los noventa.
"Lideré la rebelión (contra el entonces primer ministro conservador John Major) y lo hice porque la UE se estaba convirtiendo crecientemente en un asunto de mayoría de voto cualificada", recordó con orgullo.
Pero dejará en claro también su disposición a romper con la UE y arropar al Reino Unido bajo la Organización Mundial de Comercio si encuentra trabas a su meta preferida.
"Ya hemos escogido: queremos un acuerdo de libre comercio, similar al de Canadá (con la UE), pero en el caso improbable de que no triunfemos, basaremos nuestro comercio en el existente Tratado de Retirada de la UE", señalará.
El primer ministro sigue la senda de su antecesora, Theresa May, quien desveló su "Plan for Britain" (Plan para el Reino Unido), con sus líneas rojas de un Brexit duro, en Lancaster House, en Londres, en enero de 2017.
Tres años después, Johnson dará a conocer su "visión" del post-Brexit en el discurso "Unleashing Britain's potential" (Liberando el potencial del Reino Unido).