"De un año para acá, pasó en México las solicitudes de 6.000 a más de 70.000, es más, estamos ayudando a la Comar (Comisión mexicana de Ayuda a Refugiados, estatal), porque no tienen la infraestructura para dar tanto refugio, pero lo están atendiendo", dijo el secretario de Relaciones Exteriores, según la versión difundida por su oficina.
"Es una falsedad que no queremos admitir a nadie, no se compadece de los números, si los refugios crecieron 10 veces, cómo se sostiene entonces que México cambió su política y ahora es una política de que no entren, hay una falacia ahí", respondió a sus correligionarios en la Cámara alta.
La semana pasada, una caravana llegó a sureña ciudad de Tapachula, cruzando el río Suchuiate, frontera natural con Guatemala, y otro grupo de más de 1.000 que entró por un punto diferente, río arriba, llamado El Ceibo.
El jefe de la diplomacia, afirma que la respuesta de los líderes de las caravanas fue: "vamos a pasar a como dé lugar", entonces trataron de cruzar el río, "muchas piedras utilizaron, las piedras del cauce del río, contra la Guardia Nacional".
Respuesta: deportación del 90%
¿Dónde están estos que entraron por la fuerza? se preguntó Ebrard: "A todos los regresamos a Honduras, porque no pueden entrar en ese tenor a México".
La decisión que tomó la secretaría federal de Gobernación (Interior), el Instituto Nacional de Migración, "correctamente", fue que "si entraron por la fuerza, regrésense a su país, con mucho gusto los regresamos y se regresaron, la mayoría, el 90%".
"No los podemos tener en el territorio, por muy diversas razones, entre otras, porque la ley así lo dice", subrayó.
Ante críticas por la actuación de la Guardia Nacional contra los migrantes, Ebrard dijo que se "actuó con bastante seriedad y responsabilidad" y que por eso no hubo heridos.
Miles de centroamericanos comenzaron a huir de Centroamérica en caravanas desde octubre de 2018 con destino a EEUU, lo que generó una crisis migratoria en México y en su frontera con el vecino del norte.