"Sin duda, la acción más valerosa de la División Azul fue la defensa de la ciudad rusa de Krasni Bor, cerca de Leningrado", escribió el periodista Manuel P. Villatoro en su artículo para el periódico español ABC.
"Uno de los periódicos más populares de España presume de que los colaboradores españoles de Hitler lograron prolongar durante casi un año más el sitio de Leningrado, un crimen militar inhumano que ocupa un lugar especial en la memoria del pueblo ruso", destaca el autor del artículo publicado por el periódico ruso Vzglyad.
El artículo publicado en ABC, opina Bavirin, no forma parte de la narrativa que ha acabado haciendo que Ucrania, Polonia y los países del Báltico reconsideren los resultados de la Segunda Guerra Mundial y demonicen, a su vez, a la Rusia moderna.
"Se trata de un alarde su propia proeza que nada tiene que ver con la política actual del país ibérico", puntualiza Bavirin.
Aunque los historiadores españoles no mienten cuando dicen que la División Azul cumplió su misión en la Segunda Guerra Mundial, desde el punto de vista de Rusia sus combatientes fueron "ocupantes y criminales", mientras que sus actividades no tenían ningún sentido práctico. En 1941 Francisco Franco envió la División Azul al Frente Oriental y en 1943 obligó a que sus combatientes regresaran a España bajo la presión del Reino Unido y EEUU, recuerda el periodista ruso.
Enviando al frente a la División Azul, Francisco Franco perseguía varios objetivos. El dictador español buscaba evitar que a España la arrastrasen por completo a la guerra y deshacerse de su impertinente y exigente aliado —Berlín— haciendo una pequeña contribución: solo una división, destaca el periodista ruso.
Además, Franco temía que Hitler pudiese intervenir en España para ocupar Gibraltar, motivo por el que consideró necesario mostrar a los alemanes "la valentía y el sacrificio de los soldados españoles". También el caudillo trataba de "reducir la tensión" en los círculos radicales de su propio campo político. Muchos de quienes lo apoyaban se mostraban favorables a que España participase en la Segunda Guerra Mundial al lado de la Alemania nazi para vengarse de la URSS por haber apoyado a los republicanos en la Guerra Civil (1936-1939). Una parte del contingente de la División Azul incluso ignoró la orden de retirarse a España y continuó luchando en las filas de las Fuerzas Armadas de la Alemania nazi (Wehrmacht) y participó en la defensa de Berlín.
"El motivo de venganza por la participación soviética en la Guerra Civil en España hasta ahora está presente en la conciencia histórica de los conservadores de derechas. De allí que se publiquen estos artículos. Algunos de los que se vanaglorian de las hazañas de la División Azul siguen la memoria familiar de sus predecesores, buscando ver en ellos, como mínimo, a unas personas valientes", concluye el periodista.