Es un asunto por el que la derecha española pide la dimisión del ministro y la apertura de una comisión de investigación.
"No hay ninguna crisis", dijo este 27 de enero en declaraciones a los medios de comunicación la vicepresidenta primera del Gobierno español, Carmen Calvo, que acusó a la derecha de crear una "polémica falsa".
El 24 de enero la prensa española reveló que Ábalos mantuvo un breve encuentro el 20 de enero con Delcy Rodríguez, aprovechando que su vuelo realizaba una escala técnica en España de camino a Doha.
Tras negarlo en un primer momento, Ábalos reconoció haberse encontrado con Delcy Rodríguez, asegurando que coincidió con ella en un aeropuerto madrileño al que se dirigió a título personal para recibir al Ministro de Turismo de Venezuela, Félix Plasencia, con quien mantiene una amistad.
En una entrevista concedida este 26 de enero a la cadena de televisión La Sexta, Ábalos afirmó que fue el propio Ministro del Interior de España, José Luís Grande-Marlaska, quien le pidió aprovechar la ocasión para recordar a Rodríguez su prohibición de pisar suelo español.
"No solamente creo que no lo hice mal, sino que, en todo caso, presté un servicio a este país", señaló
En esa entrevista, Ábalos explicó que coincidió durante "unos 25 minutos" con la vicepresidenta venezolana mientras ésta cambiaba de avión, aunque se negó a calificar el encuentro como una reunión.
La polémica por este encuentro coincidió, además, con la visita a España del líder opositor venezolano Juan Guaidó, que durante la jornada del 25 de enero fue recibido por la canciller española, pero no por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que rehuyó el encuentro pese a haberle reconocido como presidente encargado de Venezuela tras su autoproclamación en enero del año pasado.
Este cúmulo de situaciones desató una oleada de críticas por parte de la derecha española, con el conservador Partido Popular –la primera fuerza de la oposición– a la cabeza.
Tras pedir la dimisión de Ábalos durante todo el fin de semana, el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, anunció este 27 de enero que también solicitarán la creación de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados para aclarar el suceso.
Egea criticó la actuación de Sánchez y Ábalos durante las últimas horas, asegurando que su pacto para gobernar con los izquierdistas de Podemos hace que ahora sean estos quienes dirijan la política exterior española.
Por su parte, el Gobierno de España respondió acusando al Partido Popular de utilizar la policía exterior del país en beneficio propio e incluso de intentar crear conflictos diplomáticos usando su posición en las instituciones.
Durante su paso por Madrid el 25 de enero Guaidó no solo fue recibido por el líder del Partido Popular, Pablo Casado, y por los ultraderechistas de Vox, sino que también recibió la Llave de Oro de la ciudad de manos del alcalde madrileño, miembro del PP.
"Tenemos una oposición que utiliza instituciones como el Ayuntamiento de Madrid para hacer política exterior", criticó Carmen Calvo.
El alto representante para la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, se decantó en las últimas horas por desentenderse de la polémica.
Borrell, que hasta hace unas semanas era ministro de Sánchez, recordó que "son las autoridades nacionales las que deben velar por el cumplimiento de las sanciones", por lo que se negó a entrar a valorar si la actuación de Ábalos supuso una violación de las mismas.