"Debido a las vacaciones navideñas y la epidemia hasta ahora más de cinco millones de personas abandonaron Wuhan mientras nueve millones permanecen en la ciudad", dijo en una rueda de prensa.
Según el alcalde, el número de contagios del nuevo coronavirus en la ciudad podría aumentar en 1.000 personas.
Desde 23 de enero en Wuhan está suspendido todo el transporte público, incluidos los autobuses urbanos, el metro, y los autocares de larga distancia. Asimismo, se suspendieron las salidas y llegadas en los aeropuertos y estaciones de trenes.
Además a los ciudadanos les recomendaron no abandonar la ciudad sin razones específicas.
También fueron prohibidos todos los viajes en grupo, tanto dentro de China como al extranjero.
Para contener los brotes las autoridades de China pusieron en cuarentena vastas zonas con decenas de millones de habitantes, cancelaron las celebraciones del Año Nuevo lunar, suspendieron hasta abril los eventos deportivos y prohibieron la venta de animales salvajes, mientras que en Wuhan se están construyendo a toda prisa nuevos hospitales.
Los síntomas de la enfermedad, que puede transmitirse de persona a persona, son similares a los de un resfriado y pueden incluir fiebre, tos y disnea (dificultad para respirar).
En los casos más graves, la infección puede derivar en neumonía, fallo renal e incluso la muerte.