Muchos bares y cafeterías tienen máquinas de café de parámetros de agua y molienda ajustables. El barista puede cambiarlos, de modo que el sabor de la bebida difiera de taza en taza incluso en la misma cafetería.
Por lo tanto, los científicos decidieron desarrollar una fórmula para el café que pueda reproducirse siempre por los baristas.
La receta del expreso perfecto es utilizar menos granos y moliendas más gruesas. Además, hay que usar menos agua hirviendo.
Este método de preparación del café no solo conservará el sabor de la bebida, sino que también reducirá significativamente el consumo de granos. La molienda fina, considerada ideal para preparar café, en realidad, obstruye el filtro, lo que reduce la proporción de sustrato, por lo que se recomienda la molienda gruesa.