"Las acciones desesperadas que está tomando (el gobierno de Jeanine Áñez) es un reflejo de todos estos gobiernos que tienen rezagos fuertes del neoliberalismo y están desesperados por tomarse, incluso a la fuerza, el poder en los países cuyos gobiernos progresistas han logrado importantes crecimientos y avances para su población", dijo a Sputnik Durán, asambleísta del movimiento político del expresidente Rafael Correa (2007-2017).
La diputada añadió que es necesario tener en cuenta que la decisión es tomada por una persona que no asumió el poder por el mandato de los bolivianos en las urnas, por lo cual debería esperar que el pueblo se pronuncie una vez posesionado un nuevo presidente elegido democráticamente.
Durán aseguró que la decisión de Áñez incluso puede ser parte de compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con gobiernos imperialistas, que buscan volver a incidir en las decisiones soberanas de los países.
Destacó que la decisión afectará con mayor incidencia a Cuba, por el bloqueo económico que Estados Unidos mantiene contra la Isla pero recordó que también se verán afectados una serie de convenios que mantienen Bolivia y Cuba en varias materias, fundamentalmente en salud.
La decisión de Áñez de suspender relaciones con Cuba se anunció al día siguiente de que el canciller cubano calificara su Gobierno como "ilegal y autroproclamado".