"Es necesario utilizar todos los medios pacíficos y políticos para lograr el cierre de las bases estadounidenses en Irak", dijo Sadr citado por la agencia iraquí NINA.
Sadr también advirtió que "si EEUU no cumple con los requisitos del pueblo iraquí, se convertirá en un Estado hostil para nosotros".
El 24 de enero en Bagdad y otras ciudades de Irak se llevan a cabo manifestaciones contra la presencia estadounidense en el país convocadas por el clérigo.
El 5 de enero, el Parlamento iraquí aprobó por mayoría de votos la retirada de las tropas extranjeras y se pronunció a favor de poner fin a la cooperación con las fuerzas de la coalición internacional contra el grupo terrorista ISIS (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
La medida se tomó después de que EEUU asesinara al general iraní Qasem Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, en un ataque aéreo perpetrado en Bagdad el 3 de enero, sin autorización de las autoridades iraquíes.
El Gobierno iraquí catalogó ese ataque como una violación de las condiciones del despliegue de las fuerzas estadounidenses en el país.
El diario Wall Street Journal, por su parte, comunicó que la Administración del presidente Donald Trump está preparando una posible reducción de la asistencia militar a Irak en 250 millones de dólares en caso de que el Gobierno iraquí expulse a las tropas estadounidenses.