"Evo no está solo". La frase se repitió una y otra vez entre el mar de personas que se acercaron bajo el sol y temperaturas de 35 grados centígrados al Estadio del club Deportivo Español, en el barrio porteño de Villa Soldati, donde la bandera tricolor de Bolivia y la multicolor wiphala pintaron de esperanza y desde la distancia el futuro de un país que definirá en pocos meses su destino.
"Evo es el pueblo. Si fuera por nosotros, la mayor parte del pueblo de Bolivia, Evo debería continuar, porque lo sacaron por un golpe, no con la política y el diálogo. Si se hicieron las cosas mal, él no tendría el apoyo que sigue teniendo. Sabemos que Evo no nos va a abandonar y él sabe que el pueblo de Bolivia, esté donde esté, nunca lo va a abandonar a él", dijo a Sputnik Antonio, nacido en La Paz hace 45 años y residente en Argentina hace seis.
Morales fue el centro del festejo, que sintetizó tanto el 14 aniversario del establecimiento de Bolivia como Estado Plurinacional, hito que marcó la llegada del líder sindical indígena al poder, como el fin oficial de su mandato luego de que la Asamblea Legislativa boliviana aceptara finalmente su renuncia forzada, que da pie al proceso de sucesión.
Estuvieron presentes en el acto los candidatos a presidente y vice, Luis Arce Catacora, exministro de Economía de la gestión del MAS, y David Choquehuanca, quien fuera ministro de Relaciones Exteriores, ungidos como los elegidos de Evo para encabezar la fórmula que pretende dar continuidad a los logros alcanzados por la fuerza que aun conduce el líder aymara.