"Nos impiden publicar tuits por infringir presuntamente sus normas, alegando incitación al odio", denunció Manuel Mariscal, diputado nacional y vicesecretario de comunicación de Vox.
Según explicó Mariscal, la cuenta principal del partido lleva 24 horas sin poder publicar nuevos mensajes.
La decisión de bloquear la cuenta fue adoptada después de que Vox utilizara la plataforma para asegurar que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) —la formación de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno— promueve la pederastia.
Las palabras de Lastra se enmarcan dentro de la polémica creada por el "pin parental" que Vox pretende implantar en distintos territorios donde el conservador Partido Popular ostenta responsabilidades de gobierno a nivel regional.
El "pin parental" es una especie de veto educativo por el cual Vox pretende que los padres puedan impedir que sus hijos participen en actividades donde se les informe sobre cuestiones relativas al feminismo, la identidad de género o la diversidad LGTBI.
"No soportan al colectivo LGTBI, no soportan el matrimonio entre personas del mismo sexo, no soportan la igualdad entre hombres y mujeres, no soportan que sus ideas retrógradas no sean las de toda la sociedad. Que no lo llamen libertad, es odio", dijo Lastra.
"Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa y nos digáis como tenemos que vivir y como tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con dinero público promováis la pederastia", respondió Vox.
El partido se negó a hacerlo y la cuenta quedó bloqueada, algo que según Vox es un acto de "censura".
"Somos un partido legalmente constituido, somos tercera fuerza política en España, representamos a más de 3,6 millones de votantes y, como nosotros, miles de ciudadanos españoles están sufriendo la censura en Twitter y en otras redes sociales", afirmó Manuel Mariscal.
10. No lo haremos. Somos un partido legalmente constituido, somos tercera fuerza política en España, representamos a más de 3,6 millones de votantes y, como nosotros, miles de ciudadanos españoles están sufriendo la censura en Twitter y en otras redes sociales. Y decimos basta.
— ManuelMariscalZabala (@MariscalZabala) January 22, 2020
En los últimos días el asunto del pin parental se situó en el centro de la agenda política española.
Como es habitual, Vox recurrió a múltiples bulos para afirmar que los niños españoles son expuestos a contenido de carácter sexual en las escuelas.
Este tipo de declaraciones estridentes, como la afirmación de que el PSOE promueve la pederastia, forman parte de la estrategia diaria de Vox para incendiar el debate político.
El Gobierno manifestó de forma rotunda su rechazo a la propuesta de Vox y, de hecho, envió un requerimiento a la Región de Murcia —la primera en la que se implantará la medida— otorgando un plazo de quince días para retirar la medida antes de acudir a los tribunales.
"Una familia homófoba no tiene derecho a que sus hijos también lo sean", dijo recientemente la Ministra de Educación, Isabel Celaá, que ve el pin parental no solo como una "censura intolerable en un país democrático" sino también como un ataque a la escuela pública y sus profesionales en conjunto.