Guaidó hizo su aparición en Colombia al lado del presidente del país, Iván Duque. El viaje a Bogotá de quien fuera presidente de la Asamblea Nacional (AN) no estaba anunciado y fue presentado por los medios que lo respaldan como un triunfo debido a que se encontraba prohibido de salir de Venezuela.
La primera foto fue junto a Duque y la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, donde se vio a Guaidó caminando por una alfombra roja para darle la mano al presidente de Colombia desde un escalón más abajo, y luego sentarse en una sala sin protocolos presidenciales. Las fotos no son un detalle en política, en particular en el caso de Guaidó y su crisis.
"Es importante entender que toda la legitimidad de Guiadó se sostiene sobre el reconocimiento internacional, sobre tener 'fotos de presidente'. Y en el contexto de perder la presencia en la AN, estas fotos son muletas para mantenerlo en las noticias como presidente (autoproclamado de Venezuela)", dijo a Sputnik la abogada venezolana Ana Cristina Bracho, magíster en Derecho Público y Derechos Fundamentales.
Guaidó apareció así en la palestra internacional con quienes conducen y financian la estrategia contra Venezuela, es decir, le dicen qué y cuándo hacer las cosas. Una imagen fotografiada, sin embargo, con sonrisas en tiempos de crisis.
El retroceso de Juan Guaidó
La llegada de Guaidó a Colombia sucede en un momento de profunda crisis de la oposición venezolana. El punto principal de quiebre fue el 5 de enero, cuando Guaidó perdió la Presidencia del Poder Legislativo, pese a haberse autoproclamado al cargo desde afuera del Parlamento.
"Perdió la AN, fracasó en sus convocatorias a la oposición y quedó reducido a realizar asambleas no oficiales fuera de la zona parlamentaria, mientras sus partidos aliados se derrumban por las fracturas que se les acumulan", destacó la abogada.
Ya no es el dirigente emergente autoproclamado presidente encargado de Venezuela el 23 de enero del año pasado, proyectado a través de una poderosa maquinaria política, mediática y económica. No logra movilizar a las bases opositoras dentro del país, ya no preside el Poder Legislativo, ha perdido credibilidad, su ficción de gobierno quedó desnuda.
Lo que preserva aún a Guaidó es el apoyo internacional de quienes conducen la operación golpista contra el Gobierno venezolano, es decir EEUU, que tiene en Colombia una de sus bases principales de operaciones para desplegar las acciones contra el país vecino.
El factor Colombia
Guaidó estuvo acompañado en Bogotá de otros dirigentes como Julio Borges, prófugo de la Justicia por su participación en el intento de asesinato del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en agosto del 2018.
El territorio colombiano ha sido plataforma de operaciones contra Venezuela en los casos más importantes de ataques recientes: allí se entrenaron quienes intentaron asesinar a Maduro, y desde allí fue puesta en marcha la operación para intentar ingresar a Venezuela por la fuerza el pasado 23 de febrero, contando con la presencia del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, en el mismo territorio fronterizo.
Aquella oportunidad fue la única vez en que Guaidó salió de Venezuela. Su cruce de frontera, presentado en sus redes como obra de su valentía, fue en realidad producto de su alianza con paramilitares colombianos de la zona de frontera, el grupo Los Rastrojos, aliados a su vez al Gobierno de Colombia.
¿Qué puede hacer EEUU contra Venezuela?
La ida de Guaidó a Colombia le brinda un momento breve de noticias y fotografías, pero no resuelve el problema principal: ¿qué hacer para que la estrategia golpista funcione en Venezuela luego de sucesivas derrotas? La respuesta a esa pregunta no depende de Guaidó, ni de Borges, ni de los factores venezolanos de la derecha, sino de EEUU.
"Estados Unidos puede intentar varias cosas, de hecho, esa es una de las afirmaciones que ha mantenido Washington", analiza Bracho.
La narrativa del Gobierno estadounidense ha sido la de afirmar que todas las opciones están sobre la mesa, aunque la posibilidad militar ha quedado relegada por varios voceros de la administración, incluido el mismo Pompeo.
¿Qué puede entonces intentar EEUU? "Hay que considerar cuál es la debilidad en la que se encuentra Estados Unidos entre el impeachment y los debates que enfrentan al Congreso y al Ejecutivo por las últimas acciones sobre Irán", explica la abogada venezolana.
Las elecciones en EEUU
Washington enfrenta un problema de tiempo: mientras sus operaciones vía Guaidó y grupos armados no dan los resultados esperados, la política en Venezuela se encamina hacia el escenario de las elecciones legislativas previstas constitucionalmente para el 2020.
Ese horizonte cercano electoral es impulsado tanto por el chavismo como por un sector cada vez más numeroso de la oposición que se despegó de la estrategia conducida desde EEUU. El objetivo es lograr un acuerdo político para la contienda, lo que tiene como primer punto lograr un Consejo Nacional Electoral renovado. Una vez dado ese paso serían convocadas las elecciones, un llamado que dividirá aún más a los partidos que aún se mantienen alrededor de estrategia dirigida desde EEUU.
La pregunta principal sigue sobre la mesa: ¿cómo piensa EEUU resolver su operación en Venezuela para derrocar al Gobierno? El presidente Nicolás Maduro, por su parte, ha expresado su voluntad y predisposición a dialogar, descartando la idea de que deje el poder político para formar un "gobierno de transición", como lo nombra Washington.
"Yo creo que Mike Pompeo ha fracasado en Venezuela y es responsable del fracaso de Donald Trump en su política hacia nuestro país", afirmó Maduro en una reciente entrevista. ¿Seguirá EEUU con la misma estrategia y mayor desesperación? Se sabrá parte de esa respuesta en los próximos días y semanas.