"Queremos y es uno de los compromisos que antes de finales de verano tengamos aprobados los presupuestos, porque es lo que necesitamos", aseguró el presidente español en una entrevista a la televisión pública española.
La tramitación de las cuentas públicas lleva varios meses, por lo que el presidente deberá comenzar a trabajar en la búsqueda de apoyos de forma inmediata para negociar los números en los próximos dos meses.
Para que trasciendan los presupuestos de 2020, los partidos de derecha en la oposición deberán dejar de "bloquear la función democrática del país", sostuvo Sánchez, que se comprometió a buscar "el apoyo de todas las fuerzas parlamentarias".
La aprobación de los presupuestos generales es necesaria para poner en marcha la batería de políticas sociales y medidas económicas que el Gobierno de coalición del Partido Socialista Obrero (PSOE) y Unidas Podemos prometió en su programa.
"La realidad en política, la marcan los votos de los ciudadanos, y los ciudadanos pedían un Gobierno progresista. Interpreté lo que decían los votos y así lo entendí", dijo el líder socialista tras ser preguntado sobre el pacto.
El programa de la coalición de izquierdas destaca por su ambiciosa agenda de medidas económicas y por las pretensiones de elevar el gasto social con medidas destinadas a fomentar la igualdad.
"Son políticas que exigen un gobierno activo y resolutivo", explicó Sánchez.
Recordó que las anteriores prórrogas de las cuentas dejaron dos años de Gobierno en funciones, limitando el margen de acción política.
"Si tiene que haber justicia social, tiene que haber justicia fiscal, lo que significa que los que más tienen más contribuyan a las arcas públicas", aseguró el líder del nuevo Ejecutivo progresista.
Asimismo, el Gobierno de Sánchez pretende subir el salario mínimo situado en los 900 euros de forma progresiva hasta alcanzar los 1.200 euros en cuatro años.
En este sentido, el presidente explicó que el ritmo del crecimiento del salario dependerá de "la pauta y el horizonte que fijen" los empresarios y sindicatos.
"Tenemos que hacer una reivindicación de la política útil en esta legislatura, que pasa por abordar problemas reales", señaló Sánchez.
Reunión con Quim Torra
El presidente del Gobierno español prevé reunirse con su homólogo en Cataluña, Quim Torra, la primera semana de febrero en Barcelona, con el fin de arrancar el diálogo bilateral entre los dos Gobiernos.
"Vamos a hacer esa reunión y voy a proponer que la hagamos la primera semana del mes de febrero", anunció Sánchez.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consiguió que los diputados independentistas de Esquerra Republicana (ERC) permitieran la investidura de Sánchez en el Congreso a cambio de la activación de una "mesa de negociación" entre los Gobiernos.
Esta mesa implica la activación de una comisión bilateral emplazada a resolver la compleja situación política en Cataluña, donde el Gobierno y las instituciones están dirigidos por formaciones que defienden la independencia.
El presidente catalán condicionó la participación de su Gobierno en la negociación con Madrid a que se produzca un encuentro previo entre presidentes.
Sánchez afirmó que uno de los principales objetivos de su legislatura será "propiciar el diálogo territorial y abordarlo con energía", y aseguró que su voluntad de dialogar con Cataluña es "absoluta".
El líder del Ejecutivo español se mostró dispuesto a trabajar para "desjudicializar" la situación catalana, que en los últimos años se desplazó de la política a los tribunales, pero insistió en que los dirigentes catalanes deberán "abandonar la vía unilateral" hacia la independencia.
En octubre de 2017, el referéndum ilegal y posterior declaración unilateral de independencia terminó con el encarcelamiento y condena de la mayoría del Gobierno catalán y la fuga al extranjero de varios de sus miembros, entre ellos el presidente Carles Puigdemont.
"Hay que devolver a la política una crisis política y no podemos escondernos detrás del Tribunal Supremo", declaró el presidente.
Recordó que esta crisis fue "heredada por parte del anterior Gobierno del Partido Popular".
Según el acuerdo entre el PSOE y ERC, los acuerdos a los que llegue la comisión de negociación serán sometidos a una consulta en Cataluña, a lo que Sánchez advirtió que esta votación será "para unir a los catalanes, y no para separarlos o dividirlos".
"El independentismo tiene que hacer un examen de autocrítica de lo que ocurrió desde 2017", dijo Sánchez, que calificó de "errores que fracturaron a la sociedad catalana" las acciones que promovió el anterior Gobierno catalán.