"Los encuentros de esta semana entre ministros de Exteriores de Estados Unidos y el Caribe responden a una agenda bilateral y no en el contexto de Caricom (Comunidad del Caribe), no hay nada inusual o divisivo en esas reuniones", declaró Smith en un comunicado divulgado por el Ministerio de Asuntos Extranjeros y Comercio Exterior de Jamaica.
Pompeo llegó el martes a Kingston procedente de Costa Rica, precedido por el rechazo de Mottley a una reunión del funcionario estadounidense con los cancilleres de Bahamas, Belice, República Dominicana, Haití, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía.
"Como presidenta de Caricom es imposible aceptar que mi ministro de Relaciones Exteriores asista a una reunión a la que otros miembros de la organización no estén invitados, el invitar solo a algunos es un intento de dividir esta región", opinó Mottley el pasado fin de semana.
La premier barbadense recordó que el pasado año el presidente de EEUU, Donald Trump, se reunió con los jefes de Gobierno de Jamaica, Santa Lucía, República Dominicana, Haití y Bahamas en una de sus propiedades en el sureño estado de la Florida, para unir posiciones respecto a la situación en Venezuela.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, respaldó la posición de su homóloga barbadense en una declaración pública, y otro tanto hicieron los gobiernos de Granada y Antigua y Barbuda.
Curtis Ward, exrepresentante de Jamaica ante Naciones Unidas, dijo en declaraciones publicadas por el diario The Gleaner que "Pompeo está imponiendo al primer ministro Andrew Holness como el líder de facto de Caricom, lo cual no es".
Ward estimó que Pompeo podría usar esta cita para reafirmar el apoyo de determinados líderes caribeños a la política de Washington respecto a Venezuela, que consiste en imponer al diputado opositor Juan Guaidó como presidente.