"IAG ha cursado una queja ante la Dirección General de Competencia de la UE esta mañana [15 de enero] sobre la ayuda estatal que el Gobierno del Reino Unido ha concedido a Flybe", confirmó la compañía registrada en España.
La acción está motivada por las medidas de gracia aprobadas por el Gobierno de Boris Johnson a fin de evitar la quiebra del "mayor operador de vuelos regionales en Europa", según clama la aerolínea.
El Gobierno británico, que rechazó intervenir para mantener a flote al grupo Thomas Cook, defendió el trato especial dispensado ahora a Flybe.
"Encantada de haber llegado a un acuerdo con los accionistas de Flybe para mantener la compañía en operación y asegurar que las regiones del Reino Unido continúen conectadas", celebró la ministra de Negocios, Andrea Leadsom, en un comunicado difundido por Twitter.
Flybe se salvó de la quiebra hace casi un año al ser absorbida por el consorcio Connect Airways, formado por Stobart Aviation, Cyrus capital y Virgin Atlantic (propiedad parcial de la estadounidense Delta).
"Virgin/Delta pretenden que el contribuyente pague la factura de su mala gestión de la aerolínea!, criticó Walsh.
EsasyJet y Ryanair, entre otros operadores europeos, protestaron también por el paquete de rescate que mantendrá en el aire a esta aerolínea que despega de 80 aeropuertos de 15 países.
Contempla además abolir el impuesto nacional de aviación por pasajero —13 libras por vuelo en 2019— que la industria demanda en los últimos años.
Esta reducción del coste del transporte aéreo, que podría incluirse entre las medidas fiscales de los próximos Presupuestos Generales, inquietará a ecologistas y activistas en torno al cambio climático.