Los manifestantes instalaron un piquete frente a la sede diplomática rusa, situada justamente cerca de la comisaría de policía donde se encuentran los manifestantes detenidos el martes.
La policía recurrió a la fuerza para dispersar a los manifestantes, varias granadas con gas lacrimógeno detonaron frente al edifico de la embajada rusa.
Tras una relativa calma, llegaron decenas de nuevos manifestantes y empezaron a apedrear a los policías. Los oficiales dieron la orden de refugiarse en el territorio de la comisaría.
Los empleados de la defensa civil que acudieron al lugar están brindando ayuda a las personas que inhalaron gases y que resultaron heridas por las piedras.
También hubo varios periodistas que necesitaron ayuda, según reportó el corresponsal de Sputnik.
Un portavoz de la embajada rusa en Beirut comentó a Sputnik que ningún diplomático ruso sufrió heridas durante los choques entre los manifestantes y la policía.
"Es cierto que cayeron varios petardos en el territorio de la embajada y sentimos cierto malestar por el gas lacrimógeno, pero ningún diplomático resultó herido y la embajada sigue funcionando con normalidad", aseguró.
Dijo además que la misión diplomática rusa "no es el centro de la agresión".
"La embajada se vio en el epicentro de los acontecimientos pero no es el centro de la agresión por parte de los manifestantes, que en estos momentos se encuentran cerca de la comisaría exigiendo poner en libertad a sus compañeros (detenidos el martes)", explicó el diplomático.
La Cruz Roja de El Líbano comunicó que los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía en Beirut dejaron un saldo de 35 heridos.
"Según las últimas informaciones, 35 personas resultaron heridas y fueron hospitalizadas, otras diez recibieron asistencia médica en el lugar de los hechos", precisa la nota.
El Líbano vive una fuerte crisis económica, en medio de la cual estallaron en octubre pasado unas protestas sin precedentes en contra del Gobierno, la división sectaria del país y la corrupción de la clase política.
Las manifestaciones forzaron la dimisión del Gobierno de Saad Hariri, y en diciembre el presidente del país, Michel Aoun, nombró como primer ministro a Hasán Diab, al que le encargó formar un nuevo Gabinete.
